Semanas, meses, especulando sobre la desaparición del centro, y toma. Si no quieres taza, tazón y de los grandes. Entre otras cosas, el 28 de abril ha demostrado que el centro sigue siendo el Santo Grial, el unicornio, la ballena blanca de la pelea política española. Sin el centro, no hay Moncloa. En el PP lo han averiguado a base de palos. Tras el lunes de luto y digestión, los populares se reunieron ayer a toque de corneta para lamerse las heridas rápidamente, plis plas. Los de Pablo Casado, haciendo de la necesidad virtud y en un ejercicio de revelación -no diré que mariana, por no hurgar- digna de otro de Pablo cayéndose del caballo camino de Damasco, han comprobado en estas últimas 48 horas que Vox es “ultraderecha” -ojo, que el último viernes de campaña Casado andaba casi ofreciéndoles un gobierno de coalición- y ya tienen lema para el 26-M: Centrados en tu futuro, que remite, sí, al centro y al Centrados en ti que utilizó Rajoy en 2011. Y luego está el PSOE, ganador del centro en estas elecciones pero que haría bien en medir datos como esa notable participación que pueda verse parcialmente desmovilizada el 26 -M ante el desmoronamiento del tridente de la derecha. De momento, le toca nadar y guardar la ropa. Los “con Rivera no” y “sí se puede” coreados ante Ferraz deben de pesar como losas... al menos hasta el día 26.
