Gracias Abelardo, y no precisamente por habernos filtrado la noticia de tu ruptura con el Alavés. Tú y nosotros sabemos que no se te ha escapado tal confesión hacia este periódico por mucho que Josean Querejeta asegure lo contrario en una radio. Gracias por haber salvado al equipo el año pasado cuando parecía irremisiblemente abocado al descenso. Tu irrupción en el banquillo alavesista fue de tal calado que convertiste al peor equipo de Primera en uno de los mejores. Números de Champions en una segunda vuelta que la afición y el club albiazules nunca podrán agradecerte lo suficiente. Como la trayectoria, también de Champions, firmada en la primera vuelta de esta temporada. Parece que Zubeldía y De Biasi entrenaron al Alavés hace mucho tiempo, pero apenas ha transcurrido año y medio de aquello. El club, y por supuesto su dueño actual, te deben poco menos que la supervivencia. Ahora te vas porque, según filtra tu todavía presidente, pides más de doble de lo que ganabas y, encima, después de una mala racha de resultados. Seguramente te veamos el año que viene en otro proyecto. Como a Pellegrino, por cierto, que tampoco renovó tras una gran temporada y del que también echaron pestes desde el club cuando se marchó. O como a Bordalás, al que echaron de aquí porque no valía...