No sabría decir si es casualidad, coincidencia o declaración de guerra, pero hoy celebramos el Día del Libro y resulta que la fecha coincide con la del primer vídeo subido a YouTube, hoy hace catorce años. De pronto, a lo lejos, entre la nebulosa cansina de esta campaña electoral semanasantera, me ha parecido oír aquello de Video killed the radio star. La vida muchas veces es cuestión de perspectiva, aunque la perspectiva pueda ser también engañosa. Hoy andamos recordando a Cervantes y Shakespeare como excusa para celebrar la literatura. Cervantes y Shakespeare escribían mucho antes de que Microsoft, Apple y Google se apoderaran de nuestras vidas. Otros muchos les precedieron y les siguieron. Sí, es una obviedad, pero es que casi se siente una en la obligación de recordarlo en este imperio de influencers y followers, en este mundo digital de códigos binarios en el que nada parece ser nada si no viene delimitado por una pantalla y definido en gigas y visualizaciones. Sí, supongo que vivimos en Matrix. Así que, por sugerir, elijamos por un día la pastilla azul y aprovechemos la excusa del calendario para sumergirnos en la lectura. Porque abrir un libro, zambullirse y con suerte disfrutarlo es una de las grandes experiencias de la vida. Algunas veces, incluso, el libro se queda contigo. Incluso escapas de Matrix.