Días de táctica

Aburrirnos, no parece que nos vayamos a aburrir en esta campaña electoral que ya asoma en el horizonte. Empezamos la semana con esa especie de cierre del mercado de invierno de fichajes para completar las listas electorales, solo que en este caso en lugar de fichar a Ronaldo o a Pogba el gremio de moda es el de los toreros. PP, Ciudadanos y Vox han pugnado duramente por epatar con sus fichajes, protagonizando ese extraño juego de fragmentación de la derecha a base de codazos que ha derivado en un escoramiento de ese espectro más hacia la derecha, pero con el precedente del pacto andaluz aún muy fresco y la avalancha de encuestas más fresca aún. El último episodio de esta especie de pimpinela político a tres ha sido la oferta de Rivera a Casado de Gobierno de coalición. Casado no parece creérselo demasiado, por aquello de que los de Rivera ya le rechazaron su propuesta para ir juntos al Senado, Cámara cuyo control interesa notablemente al PP -después de todo, tiene en sus manos el 155-. Casado ha respondido sugiriendo que Rivera sería un buen ministro de Exteriores, desdén del líder popular que quizá trata de desactivar el aparente intento del candidato de C’s reivindicarse en el tú a tú con Casado como aspirante a un sorpasso naranja sobre el PP que los sondeos alejan. Días de táctica.