Síguenos en redes sociales:

De película

Están estos días revolucionados los señores políticos que tienen la pretensión de gestionar durante los próximos cuatro años los dineros aportados por los ciudadanos a la hucha común. Se les nota nerviosos, hiperactivos, con anhelo de protagonismo fotográfico y de estrenos diarios. Casi me atrevería a comparar lo que acontece estos días con los partidos y las coaliciones con una gran superproducción cinematográfica, lógicamente, salvando todo tipo de distancias entre ambos mundos. Muy al estilo de lo que podría suceder en Rodeo Drive o Hollywood Boulevard un día cualquiera, en esta época preelectoral da gusto observar las escenas y a sus actores, muy versados ya a estas alturas de la película en el método de actuación Stanislavski. Se les nota bien guionizados a los protagonistas y a los secundarios, mejor adiestrados. La producción rezuma calidad y alardea de cash y a los responsables de dirigir a las figuras se les nota capaces de sacar lo mejor de cada cual y, si se tercia, vender arena en el desierto del Sáhara o cubitos de hielo a una comunidad esquimal. En fin, supongo que tanta profusión actoral irá in crecendo en las próximas semanas. Piensen que, como en el negocio del cine, aún quedan muchas salas por ocupar. La recaudación depende de ello.