alavés y Baskonia han puesto punto final a sus respectivas temporadas. El equipo de fútbol ha finalizado noveno en su retorno a Primera División y segundo en la Copa. Un balance fantástico desde cualquier punto de vista para un recién ascendido y, por ende, de los más pequeños y pobres de la élite del fútbol. Por su parte, el equipo de baloncesto ha jugado dos semifinales (Liga y Copa) y alcanzó los cuartos de la Euroliga. Una campaña notable a la que quizá solo le haya faltado alguna final para saldarla de sobresaliente. Y, sin embargo, da la impresión de que todo el trabajo llevado a cabo durante el invierno va a caer en saco roto. A falta de algunas confirmaciones, parece que ambos proyectos partirán prácticamente de cero la próxima temporada. Pellegrino ya se ha marchado de Vitoria y mucho me temo que Sito Alonso no tardará tampoco demasiado en cambiar de aires. Dos entrenadores nuevos, dos filosofías distintas, dos melones por abrir, que diría Querejeta. Las plantillas también sufrirán grandes transformaciones. Del equipo de fútbol ya se han ido Theo Hernández, Marcos Llorente, Camarasa, Femenía, Deyverson... la columna vertebral por reconstruir. En el baloncesto también se avistan numerosos cambios. ¿Saldrá mejor el año que viene?