Vamos con una para la nave del misterio. Bien, hace unos días tuve en estas líneas un arranque de nostalgia rememorando al entrañable pulpo Paul. El cefalópodo adivino murió hace ya unos años, estábamos huérfanos para esta Eurocopa... hasta que llegó Mariano Rajoy. 3-0 pronosticó para el partido de España contra Turquía y, sí, 3-0. Como un puñetero reloj suizo. Bien pensado, tras animado debate, que Rajoy pueda sustituir en el papel de Nostradamus al amigo Paul tiene su sentido. A fin de cuentas, Rajoy es gallego ¿y qué hay más gallego que el pulpo? Y, por otra parte y siguiendo con la conexión gallega, meigas, haberlas haylas ¿no? El presidente en funciones se ha venido arriba y ha pronosticado un 0-1 para el Croacia-España de hoy. La derivada futbolística del asunto no me seduce demasiado la verdad, y con cariño y respeto para los futboleros del mundo, pero si yo fuera Pedro Sánchez, o Pablo Iglesias o Albert Rivera... o Andoni Ortuzar, o Carles Puigdemont, o Susana Díaz, o Iñigo Urkullu, u Oriol Junqueras, o...; si yo fuera cualquiera de ellos y España gana hoy a Croacia 0-1 empezaría seriamente a estudiar la porra electoral del candidato popular y a poner las barbas a remojar. Porque Rajoy, al menos de palabra, está seguro de que volverá a ser presidente.