hace ya unos años, había un programa en la radio que conducía nuestro hoy colaborador Ramón Urbina que se llamaba El triple de Simpson. El título viene a raíz de una canasta increíble con la que el entonces alero del Real Madrid derrotó al Baskonia en Vitoria. Fue el partido del debut de Tom Copa. En aquel Taugrés que entrenaron Herb Brown y después Iñaki Iriarte también jugaban Laso, Arlauckas, Nicola, Rivas, Sibilio, Dicenta... Eran los albores de un equipo alternativa a los grandes, de hecho había llegado hasta las semifinales de la Liga en los dos años anteriores. Aquel triple supuso un mazazo para un pabellón entregado que ya se veía ganador sobre el equipo del gran Sabonis y los odiosos Clifford Luyk y Cargol. Pues bien, el miércoles tuve la misma sensación de momento culminante en la historia baskonista con ese genial pase de Hanga que habilitó a Bourousis para forzar la prórroga ante el Barcelona. Tengo la impresión de que ese obús de 27 metros va a significar mucho más que la mera resolución de un partido. Quizá me equivoque, pero esa inverosímil jugada puede provocar la reactivación de un equipo que ya parecía muerto. Hoy mismo se verá si efectivamente han resucitado Adams, James, Bertans, el propio Hanga... Si es así, que se preparen el Barça y el Real Madrid en la final.