Rota la tregua, el Komando Kolleja ya tiene próximo objetivo. Lo hemos decidido en el escondite-zulo. Hay algún problema con el hermano de Sergio. Grita desde fuera que la lonja es suya. Sergio, cabrón, dice. Nos trata con desprecio. Lorea sale para intentar callarlo. Oímos ruidos. Lorea entra cojeando. Seguimos con la preparación de la acción-ekintza. Atacar al buen vitoriano a pie nos permite ser más ambiciosos. Mostraremos nuevas habilidades. Mantangorri no parece convencida. Sergio, como jefe del Komando, se preocupa. ¿Qué te pasa, Mantangorri?, le pregunta. Mantangorri corre hacia el retrete-komuna. Todos nos reímos. Vuelve un poco descolorida. Partimos en grupo hacia la Avenida de Gasteiz. Buscamos a una señora con carro de la compra dispuesta a cruzar la carretera por donde le sale. Hallamos una rápidamente. Sergio y Lorea van por la derecha. Mantangorri y yo, por la izquierda-ezkerra. La señora ya ha bajado al asfalto, entre dos coches aparcados. Colleja, colleja, colleja y colleja. Una por cada miembro del Komando. La señora se da la vuelta, suelta el carro de la compra y lanza el bolso-poltsa. Sergio cae herido a mi lado. Huimos hacia el escondite-zulo. Oímos a Sergio insultar a la señora. Suponemos que llegará más tarde-geroago.