El mundo laboral está fatal. Y hoy no hablo de datos de desempleo, precariedad, siniestralidad... Hoy no. Hablo de la peligrosa deriva de las relaciones laborales en su empeño por alimentar secciones como el Qué Mundo de la contraportada de este periódico. Va una muestra de las últimas semanas. “Dona un riñón a su jefa, que la despide por no ir a trabajar tras la operación”. La noticia la daba The New York Post. Al parecer, Debbie tuvo complicaciones tras la operación y, mientras Jackie se recuperaba ésta aprovechó el post operatorio para comunicarle a su empleada el despido: “Si no lo hago, pensarán que te doy un trato de favor”. Claro. Siguiente: “Graban a una asistenta echando su orina en el zumo de su jefa”. Noticia original del Daily Mail, cuya protagonista es una mujer que entró a trabajar con una familia kuwaití. Luego está la historia de una mujer que gana un premio millonario en la lotería y decide despedirse de su trabajo dejándole un regalo a su jefe en forma de deposición. He leído luego por ahí que la historia no es real pero, siendo sinceros, ¿no ha maquinado alguna vez cómo sería su portazo al trabajo si de la noche a la mañana le cayera el Euromillón? Y es que la imaginación camina a veces más rápido que la realidad. Aunque muchas veces la realidad, sí, supera cualquier ficción.
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