tras dos votaciones, Pedro Sánchez ya tiene claro que la fórmula escogida para formar gobierno no sirve. “Fracaso”, proclaman los que no le dieron su apoyo y también los medios de comunicación que no quieran por nada del mundo -vayan ustedes a saber por qué- ver a Rajoy en la oposición. Estoy de acuerdo con la definición de lo sucedido aunque no con el destinatario del cuasi insulto. Fracasó el socialista, sí, pero también cabe achacarle el mismo titular al rey Felipe VI por asignarle la tarea al quien no podía llevarla a cabo. Asimismo fracaso mayúsculo atribuible al PP porque, a pesar de ser el más votado el 20 de diciembre, es absolutamente incapaz de generarse apoyos más allá de sí mismo. Y también fracaso estrepitoso para Pablo Iglesias por la incapacidad manifiesta mostrada hasta ahora de llegar a acuerdos con los que piensan distinto, según él la nueva y única forma de entender el ejercicio de la política. Más posibilista está resultando Albert Rivera, ya ven, aunque la escasa fuerza dimanada de las urnas no le otorgan a Ciudadanos el poder suficiente como para liderar nada, ni siquiera para aupar a nadie al poder. Total, que fracaso colectivo de los partidos viejos y nuevos, de momento más preocupados por joder al contrario que por trabajar para el pueblo.
- Multimedia
- Servicios
- Participación