la BBC no son sólo las siglas de la prestigiosa corporación británica, sino también el acrónimo de las Bodas, Bautizos y Comuniones de toda la vida, tan frecuentes por estas fechas. Unas conmemoraciones a las que rodea toda una industria de la parafernalia y que normalmente vienen acompañadas de pomposos boatos de convencionalismos sociales, así como de opíparos cumplidos y presentes. Sin embargo, detrás de estas celebraciones hay siempre una historia humana e íntima -como así lo testimonia el cine en títulos tan célebres como Cuatro bodas y un funeral, El hijo de la novia o Mi gran boda griega- con las heroicidades, desventuras, anécdotas y debilidades que esconden todas las familias que cuecen habas... y en algunas las dan a calderadas. Y el fotógrafo oficial en esos eventos -ya sea algún miembro de la familia en plan amateur o un profesional- es vital para mantener viva la memoria colectiva de la familia, las emociones al paso de los años, esos instantes que hacen humedecer la retina o el gesto de una vivencia que queda grabada en una instantánea. Y en eso, el álbum familiar -donde se seleccionan, se cuidan, se miman y se palpan las fotografías- sigue siendo un incunable insustituible y vale más que diez mil archivos de imágenes digitales.
