sigue Grecia pidiendo amparo a sus socios europeos pero estos están empeñados en mandar a la mierda a casi once millones de sus ciudadanos. No hay demora en el pago que valga, tampoco fraccionamiento de la deuda, mucho menos condonación. Que pasen por el aro y revienten a impuestos, se frustren sus pensiones y se jodan sus salarios. Que fueran la derecha y la izquierda tradicionales -a los que Europa mimaba y protegía a pesar de su inutilidad y su marcada vocación tramposa y ladrona- las que condujeran a su país hacia el borde del precipicio no tiene importancia. Que se joda la gente, que pague la plebe, que deje de comer y que se muera si es necesario con tal de que los bancos recuperen su dinero, que es lo único que importa. Eso y que el peligroso populismo de Syriza no es extienda al resto de países en próximas elecciones. A De Guindos se la suda porque “España no acusará el golpe de una salida de Grecia del euro”. Espectacular análisis localista, más bien provinciano, de alguien que aspira a presidir el Eurogrupo y, por tanto, a defender los derechos de todos los europeos... menos de los griegos, claro. Mientras tanto, la avanzada Europa se pregunta sin disimulo cómo expulsar a esos hijoputas de inmigrantes que vienen a robarnos. Vaya vaina de civilización.
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