Me da la sensación de que no conocías ni te habías preocupado nunca por saber lo que realmente pasó aquel día. Voy a ayudarte. Dices que entonces tenías 9 años. Yo tenía 14 y acababa de iniciar 1º de BUP, casualidades de la vida, en el mismo centro escolar. Ya por la mañana desde las ventanas pudimos ver cómo apaleaban a trabajadores que participaban en la huelga. A mediodía y de camino a casa vimos cómo policías herían a varios huelguistas con balas de fuego real. El impacto de esto hizo que a la tarde, pese a las presiones y oposición de la dirección, hiciéramos nuestra primera asamblea estudiantil y huelga. Ya en el patio un fraile que venía de la iglesia nos volvió a dejar impactados contándonos la masacre que acaba de ocurrir. La policía había gaseado la iglesia y había abierto fuego contra los trabajadores. Al anochecer y de camino a casa todavía recuerdo la imagen dantesca y el miedo que se respiraba en las calles.

Al día siguiente continuó la represión y las palizas, en una de ellas precisamente dejaron medio ciego a Andoni Txasko, a quien has tenido oportunidad de conocer estos días. Todo aquello marcó a muchos de nosotros, nos hizo entender y simpatizar con las luchas populares y encendió nuestra conciencia antirrepresiva. Pero además, ver a altos cargos de la dictadura como Fraga y Martín Villa mentir y culpabilizabar a las propias víctimas nos hizo desconfiar de los nuevos conversos y de sus loas a la democracia.

Tú y tu partido hasta ahora habéis estado cerrados a reconocer la responsabilidad del Estado, pero empezar a hacerlo puede ser un paso importante para avanzar al futuro y romper con el inmovilismo. Ahora Argentina ha abierto una vía, por lo que tú y tu partido tenéis una oportunidad de oro para demostrar que tenéis voluntad de esclarecer la verdad, reparar a las víctimas y juzgar los hechos.