Le escuchaba la otra madrugada a Berto Romero una misteriosa coincidencia a medio camino entre Nostradamus y el pulpo Paul. Resulta que con el triunfo de Conchita Wurst en Eurovisión, son dos las veces que Austria ha ganado el festival. La primera fue en 1966. Aquel año el Betis bajó a Segunda, como ocurrirá este año, y el Deportivo de La Coruña subió a Primera, como también podría ocurrir éste. Además, aquel 1966, el Atlético de Madrid ganó la Liga -¿sienten ya el escalofrío corriéndoles la espalda?- y el Real Madrid, la Copa de Europa. Por último, hubo Mundial y España se fue a casa en la primera fase -aviso-. Como todo en esta vida es fútbol, recuerdo aquello de que el fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once y siempre gana Alemania. Y de pronto el abrazo del oso de Felipe González al PSOE toma un nuevo sentido. En definitiva, diría que la política europea, a día de hoy, es un deporte que inventaron los griegos, juegan un número variable de contendientes y siempre gana Alemania. Ahora, formato gran coalición. Tan legítima propuesta como otra, entiéndanme. Eso sí, pareció venir patrocinada por el equipo de campaña de Génova y una se pregunta por qué, tan convencido él, no la puso en práctica en algún momento en sus 14 años de presidencia.