SUPONGO que habrán visto la inquietante imagen. Nostradamus podría escribir una enciclopedia y Dan Brown, cinco trilogías de los illuminati. Ese papa Francisco -ojo que no es cualquier Papa, es el Papa jesuita, ¿el de la profecía?, ¡el argentino! como dios, ya saben, Maradona- que lanza a los cielos de Roma dos palomas inmaculadas, níveas, en recuerdo a Ucrania. Instantes después, una gaviota se lanza sobre una de ellas. No sé si es más propio de una novela de Dan Brown o o de un serial sobre el PP, aunque en este último caso casi con toda seguridad la realidad supera a la ficción -y ahí lo dejo, no me quiero ensañar más de lo imprescindible-. Mientras tanto, un cuervo se abalanza sobre la otra, gran momento que da para muchas interpretaciones, desde las intravaticanas a la eterna lucha del bien y el mal, rollo Guerra de las galaxias, con todo el respeto a Darth Vader, malo molón donde los haya. Sobrecogida aún por esta señal apocalíptica -nada se ha dicho sobre qué pasó con las palomas- me topo con otra trompeta sanjuaniana. Pregunta parlamentaria de Amaiur al ministro del Interior: ¿Cómo considera que intercede Santa Teresa de Jesús por España? ¿Cuál es el papel de la Virgen del Rocío en la salida de la crisis? ¿Ha notado mejoras el Ministerio tras la condecoración de la Virgen del Pilar? ¿Estima que hay más intercesiones divinas y sobrenaturales en la situación actual del Estado? Ardo en deseos de leer la respuesta de Jorge Fernández Díaz, después de su encendida defensa de la intercesión de la santa en favor de España "en estos tiempos tan recios".