ESTO de la economía de mercado, por el mercado y para el mercado, es lo más parecido que se me ocurre a ese momentazo de Woody Allen cuando confesaba en Misterioso asesinato en Manhattan que si escuchaba más de media hora la música de Wagner le entraban ganas de invadir Polonia. Lo del famoso espacio vital ha hecho mucho daño. Ahora, transformen vital por económico y pásmense. Y viene todo esto a cuenta de que leo que el presidente de la Federación de la Industria Alemana debe de estar hasta la peineta o el sombrero tirolés de pagar rescates a los países vagos mediterráneos by the face. No sé ustedes, pero yo ya he recibido el rescate en mi cuenta. Y nuestro protagonista sugiere, guiado sin duda por buenas y desprendidas intenciones, la transferencia de patrimonio estatal al Mecanismo de Estabilidad europeo para justificar una condonación parcial de la deuda. La propuesta mira a Grecia donde dice nuestro amigo que, tras haber hecho sus cálculos, "hay patrimonio nacional por valor de varios cientos de miles de millones de euros". Habla de empresas públicas, de aeropuertos... Lo que viene siendo una OPA hostil en toda regla. Pero atentos, que patrimonio nacional también es la Acrópolis. Esto es un clásico, ¿se han dado una vuelta por el Museo Británico? Pues ahí verán, entre otras maravillas, parte de los relieves del Partenón. Se llama expolio, el "botín del vencedor" según el diccionario, acción y efecto de "despojar con violencia o con iniquidad". En ésas estamos.