el tratamiento asistencial y educativo que se presta a los niños y niñas en los centros del Consorcio Haurreskolak se convierte en noticia con frecuencia. El pasado 7 de febrero se debatió esta cuestión en el Parlamento Vasco y desde entonces se han hecho afirmaciones sobre la supuesta actitud que el PNV tiene en relación a las haurreskolas y al euskera que nada tienen que ver con la realidad.
Ante todo, no perdamos de vista quiénes están y deben estar en el centro del servicio que prestan las haurreskolas: los niños y las niñas. Estos centros tienen como objetivo trabajar sus necesidades afectivas y emocionales y su relación con la escuela. Al hilo de cuanto se ha dicho estos últimos días, nos vemos en la obligación de reiterar que el respeto a la lengua materna del niño o la niña no significa que en la escuela se les hablará en dicha lengua. Debido a razones pedagógicas, no puede haber una ruptura entre el hogar y la escuela. Por tanto, nos resulta incomprensible el alboroto y la alarma suscitados. La ciudadanía vasca debe saber que el proyecto de las haurreskolas sigue adelante y que, como hasta ahora, la principal lengua de comunicación será el euskera, porque así lo han elegido los padres y las madres y porque así lo regula la normativa.
El debate se suscitó en base a una iniciativa presentada por el PP. A la vista de que no compartíamos algunas de las cuestiones que planteaba, nuestro grupo presentó una enmienda y el grupo socialista, otra. Tratamos de llegar a un acuerdo transaccional pero el grupo socialista no accedió. Es una pena pero fue su decisión y la respetamos. De todos modos, no estábamos en contra de la enmienda socialista, coincidíamos en los términos en los que estaba planteada.
A diferencia de ello, EH Bildu vino con las manos vacías. Una vez más, no hizo los deberes y no presentó ninguna enmienda, ni parcial ni a la totalidad. No puso por escrito su propuesta. Hizo lo de siempre: en lugar de proponer algo, se limitó a criticar al resto. Como nos tiene acostumbradas, EH Bildu actuó por encima del bien y del mal. Conocemos de sobra sus críticas y manipulaciones pero no conocemos ninguna propuesta clara y concreta.
Analizados todos los aspectos de la iniciativa, EAJ-PNV trató de alcanzar un acuerdo con el grupo proponente del PP, que dejó a un lado la mitad de su iniciativa y llegó a un acuerdo con nuestro grupo. Ateniéndonos al texto aprobado, podemos afirmar que coincide con lo que a día de hoy se hace en las haurreskolas y viene a ratificar la actividad diaria de las escuelas infantiles. Esto es, continuar con el tratamiento educativo y asistencial en las haurreskolas, favoreciendo el bilingüismo en las dos lenguas oficiales, desde el respeto a la lengua de origen.
Lo aprobado coincide con la enmienda transaccional firmada por cuatro grupos parlamentarios en 2009. Entre ellos se encontraba EA, actual componente de EH Bildu. ¿Acaso EH Bildu ha tratado de esconder ese hecho no presentando ninguna enmienda? ¿O acaso su objetivo era tener la última palabra valiéndose del procedimiento, hacer afirmaciones insultantes y dar titulares a los periódicos? EH Bildu ha llegado muy lejos en ese intento de alejarse de lo que uno de sus componente impulsó cuando gobernaba. Haciendo afirmaciones que nada tienen que ver con la realidad, ha emprendido un camino muy retorcido. ¿Dónde está la evaluación de la trayectoria de EA? Cada uno sabe de qué pie cojea. El PNV ha actuado con coherencia y al coincidir con lo aprobado en 2009 ha mantenido su posición.
Escuchadas las críticas y manipulaciones de EH Bildu, le pedimos que nos indique una escuela infantil del Consorcio en la CAV -nos basta con una sola- en la que el euskera esté arrinconado y discriminado, en la que se imponga el castellano, que actúe en contra de la voluntad de los padres y las madres. Por favor, que nos diga una sola, no pedimos mucho. En cambio, nosotras podemos decir que todos los niños y las niñas aprenden euskera en todas las haurreskolas, tanto quienes tienen contacto en casa con el euskera o el castellano, como los que tienen contacto con ambas lenguas.
El proyecto de las haurreskolas es educativo y asistencial y debe aunar ambas vertientes. Las haurreskolas cuentan con un proyecto integral -aprobado por EA cuando dirigía el Departamento de Educación- que no ha cambiado. Lo que dice la enmienda aprobada el jueves es que hay continuar "con su proyecto educativo-asistencial". Por tanto, ¿dónde está el problema? ¿Qué dice EA? ¿Acaso que en su día arrinconó y discriminó el euskera, impuso el castellano y actuó en contra de la voluntad de los padres y las madres y que ahora se han arrepentido? ¿No será que la portavoz de EH Bildu fue muy lejos el jueves?
Las haurreskolas no son un obstáculo para el euskera, sino un puente y una puerta para aquellos/as niños/as que no aprenden euskera en sus casas. Eso es lo que quiere la mayoría de esta sociedad y el Departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura.
Por último, queremos hacer una aclaración sobre la mención a la Investigación Arrue, que no muestra lo que dice EH Bildu, sino casi lo contrario. Muestra que los modelos lingüísticos, por sí solos, no garantizan el uso del euskera y que el modelo lingüístico no es la panacea, ya que a pesar de que el alumnado habla en euskera en el aula, no lo hace en la misma medida cuando está en el patio. Por tanto, dejemos de hacer un uso político y partidista en lo relativo al euskera. No suscitemos miedos y falsas alarmas. El euskera se merece entablar una colaboración sincera; es lo mejor que podemos hacer a favor del euskera.