El pasado 22 de diciembre se cumplió un año desde que Mariano Rajoy juró como presidente, con el mayor número de escaños que ha conseguido un gobierno de centro-derecha en la historia de la democracia. Probablemente jugó a su favor la oposición que realizó antes contra la congelación de las pensiones, la ampliación de la cotización o la subida del IVA decretados por Zapatero. Pero ganar en las urnas bajo compromisos que luego no se cumplen es reprobable desde un punto de vista ético.

La excusa de que no conocían la difícil situación en la que estaba el país y que estas medidas han sido tomadas por la herencia oculta del PSOE choca diametralmente con lo que hacían las comunidades gobernadas por el PP.

Aunque el presidente Rajoy sea presa del escaso margen que tienen los países cuasi-rescatados, eso no merma su capacidad para fomentar en el seno de la UE medidas alternativas que incrementen la solidaridad. Nada se ha tratado, ni tampoco por Monti u Hollande, de la reforma del BCE, del aumento de los fondos de cohesión o del fin de la contención salarial.

El gran logro de la unión bancaria para 2013 se ha visto retrasada un año por los intereses electorales de Angela Merkel, condenando a los españoles a que si los bancos no pueden devolver el dinero de su rescate al FROB, seamos nosotros los que lo asumamos como parte de nuestra deuda pública. Desde aquí empieza la forma en que se ha distribuido la política de recortes y subidas de impuestos.

La partida de investigación ha sufrido un drástico recorte de 1.200 millones, el sistema el sistema educativo ha visto mermada su financiación en cerca de 7.100 millones o en Madrid se va a privatizar la gestión en seis hospitales, además de dejar al albur de la caridad privada la atención a los inmigrantes sin papeles o el copago farmacéutico que están teniendo que afrontar jubilados con pensiones reducidas, pese a que muchos están teniendo que volver a acoger a sus hijos en su casa, aunque nada se dice de aplicar las monodosis, la prescripción obligada de genéricos o el fin a las subvenciones a los seguros médicos privados.