Eso deben de haberle dicho los tecnócratas de Pekin al señor Zapatero cuando se ha afanado en difundir a bombo y platillo la inversión de 9.000 millones de dólares en nuestras cajas. Con estos señores no se juega. Se les nota el deje comunista y la herencia de rectitud oriental que tienen. Estas cosas le pasan porque esta acostumbrado a un país dormido y aborregado que dice a todo que si.

La segunda anécdota del viaje tiene mucha más fuerza. Compararnos con un transatlántico justo el día que se cumplen 99 años del hundimiento del Titanic. Uno no puede evitar esa mueca de incredulidad tan nuestra. Que a nadie le quepa la menor duda de que todo esto pasará. A principios de los 90 teníamos crisis, paro y pesimismo y basto un cambio de gobierno para traer a gente eficiente que se tomaron su país en serio.

Nos queda mucho por ver, ahora que el presidente no se juega ya nada podemos esperar cualquier cosa. En cualquier caso yo creo que lo del señor Zapatero es grande ... pero no tiene remedio.