No estoy muy al tanto de la reestructuración del complejo hospitalario de Vitoria-Gasteiz que querrá acometer al final el Departamento de Sanidad, pero si en el fondo se trata de suprimir el Hospital Santiago y llevarlo a Salburua me parece una aberración después de la millonada que se ha invertido en este centro. Tener un hospital en el centro de la ciudad es una cosa buena y digna, ya que la buena prestación de la mayoría de los servicios públicos pasa por su cercanía. Pero si en el fondo hay una finalidad especulativa, los promotores de esa idea deben considerar que no se pueden hacer arbitrariedades con el dinero de los contribuyentes para veleidades personales injustificables. Como puede ser el caso de la plaza de toros.

Hace algunos años nos vanagloriábamos de la salud pública de que disponíamos en Euskadi pero ahora no podemos decir lo mismo. Las listas de espera para las consultas de algunos especialistas son muy distantes en el tiempo y luego se dice que se abusa por ir a urgencias.

En mi caso concreto, recientemente fui a Urgencias y después pasar luego por el médico de cabecera, al que tuve que insistir para que me diera paso a traumatología, este servicio me confirmó el diagnóstico, que requería un electromiograma. Me dijeron en Txagorritxu que esperaban avisarme dentro de cinco meses y cuando me la hagan, ¿cuánto tendré que esperar para que me reciba el traumatólogo? Y después, si procede la operación, ¿cuando me intervendrían?