IMAGINA tu vida o la de tu familia sin la posibilidad de ir al médico cuando te encuentras mal o al hospital cuando tienes una urgencia. Es difícil, ¿verdad? Aunque parezca increíble, actualmente hay casi 1.000 millones de personas que no pueden acceder a este servicio básico. Personas que no pueden permitirse acudir a un centro de salud porque no tienen ni tiempo ni dinero, personas que viven en zonas rurales, donde solamente se encuentra el 25% de los médicos y sanitarios, mientras que en las zonas urbanas se encuentra el 75% restante.

Este grave problema de los recursos humanos se da sobre todo en África Subsahariana. Las cifras revelan que donde la población tiene más necesidades sanitarias, hay menos personal médico y está peor formado. Por ejemplo, África padece el 25% de la carga mundial de enfermedades, pero sólo cuenta con el 3% de los trabajadores sanitarios del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio sanitarios en 2015, se necesitan 25 trabajadores de salud por cada 10.000 habitantes. Estos mínimos son superados con creces en Europa (33 por 10.000) y América se acerca (23 médicos por 10.000). Pero, en el sudeste asiático, hay 5 médicos por cada 10.000 habitantes y en África apenas hay 2 médicos para 10.000 habitantes. Es decir, en África hay 16 veces menos personal médico que en Europa. Una gran parte del personal sanitario migra desde hace años del área rural a la urbana, de un sistema público a una institución privada o de un país empobrecido a otro más rico en recursos económicos, sobre todo para intentar mejorar sus expectativas profesionales, personales e incluso familiares, dadas las precarias condiciones en las que trabaja. Los países receptores, como por ejemplo EEUU, no invierten en la formación de los profesionales que necesitan, sino que importan un 30% de su personal médico para cubrir sus necesidades. La consecuencia es una falta más aguda de personal sanitario donde hay más necesidades.

En nuestro país se vive la doble cara, somos importadores y exportadores de médicos que buscan unas mejores condiciones laborales y personales. Así, a nivel estatal los médicos de origen extranjero suponen el 12,5% de la plantilla. Su país de origen es fundamentalmente Centroamérica y el Caribe, aunque también vienen de África occidental y oriental, Europa del Este y Asia, con un coste para estos países en la formación de unos 50 millones de dólares anuales.

La Sociedad Española de Médicos Extranjeros cifra el número de médicos trabajando en la sanidad española en aproximadamente de 25.000, que representan el 12,5% del total (203.000). Estos porcentajes se incrementan en comunidades autónomas como Madrid o Cataluña. De hecho, el Colegio Médico de Madrid estima que uno de cada tres colegiados que ejerce en esta comunidad autónoma es extranjero.

Desde MedicusMundi solicitamos a los países de origen de estos profesionales sanitarios que protejan y mejoren el trato a sus trabajadores, además de formar a más profesionales en salud, especialmente para zonas rurales. A los países de destino, como España, que reduzcan la dependencia de profesionales de salud migrantes formando a más trabajadores en sus propios países. Asimismo, que establezcan acuerdos bilaterales con los países exportadores para suavizar el impacto financiero de la migración de los trabajadores e intentar implementar políticas responsables de reclutamiento y buen trato a los que llegan.