Hace unos meses volví a la vida. Estuve muy grave y reviví. Y los artífices de este milagro fueron, en primer lugar, todos los profesionales de Urgencias y, en segundo lugar, todo el equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Txagorritxu de Vitoria, a los cuales jamás podré agradecer lo suficiente su buen hacer profesional y calor humano con el que me trataron esos dos meses que estuve allí. Dicen que es su trabajo, pero ellos superaron con creces su obligación. Les animo a que sigan así y que todo el que pase por tan duro trance pueda beneficiarse de sus cuidados y su gran humanidad.
Asimismo, toda mi familia y yo agradecemos las atenciones recibidas y la dedicación con la que me trataron en la segunda planta de Medicina Interna durante el tiempo que estuve ingresada. Gracias a todos, médicos, enfermeras, auxiliares y demás personal, con especial mención por su cariño y entrega al fisioterapeuta Gorka Romero.