Llegadas las elecciones, nos vemos obligados a votar listas presentadas por partidos, aunque no todos sus integrantes reúnan, a nuestro juicio, cualidades suficientes. Con ello, se posibilita la infiltración de personas con escasa motivación por el servicio municipal o de quienes pretenden beneficiarse de la fidelidad de muchos votantes a su partido, asegurándose un apoyo que personalmente no obtendrían. Este sistema de votación, muy criticado pero voluntariamente mantenido, no elige a quienes consideramos con mejores aptitudes. Más bien, es fuente de perjuicios municipales y problemas.Se difunde la idea de que votando la lista de un partido será más beneficioso. No lo comparto. Los apoyos y resultados se obtienen con ilusión y trabajo constante.

Cuando se conoce a los candidatos, podría modificarse este perjudicial sistema. Con un compromiso municipal, podríamos garantizar que los futuros concejales y alcalde fuesen los deseados, eligiendo a personas concretas, entre los candidatos presentados, mediante listas abiertas. En los municipios se deciden los asuntos locales, no las grandes leyes. Las necesidades y recursos deben ser gestionados por quienes nos inspiren más confianza.