Quiero expresar a través de estas líneas mi más sincero agradecimiento a la doctora Marta Calvo, del Centro de Salud de Sansomendi y reconocer en mi nombre y en el de mi familia su profesionalidad, calidad humana y su gran vocación.
El afecto, respeto y cariño con el que fue tratada mi abuela y mi familia antes y después de su fallecimiento ha sido y sigue siendo admirable. No hay dinero ni bienes materiales que compensen la excelente sensibilidad que tiene esta doctora, por lo que quiero hacer pública, aparte de la mencionada profesionalidad, la encomiable dedicación cargada de una humanidad y amor inusual para intentar aliviar el sufrimiento de los demás. No puedo decirle otra cosa que gracias.