hay en Vitoria decenas de asociaciones de vecinos. Muchos barrios tienen varias, incluso zonas nuevas y con pocos habitantes como Zabalgana tiene cuatro asociaciones. Cada una respondiendo a unos intereses particulares, con muy clara influencia y dirección en la sombra de determinadas opciones políticas y con el gurú de turno al frente de ellas deseando tener su minuto de gloria municipal. La mayoría están ancladas en los años 70 y 80 (en muchos casos sus dirigentes son los mismos que hace 40 años) y no han tenido ninguna evolución. Siguen reclamando y priorizando lo mismo que hace varias décadas, sin darse cuenta de que los tiempos, afortunadamente, cambian.
¿Quién ha elegido a esta gente?¿cómo tienen el valor de autoplocamarse representantes de un barrio? ¿porqué el Ayuntamiento les toma como representantes si saben que las asociaciones de vecinos son el corralito particular de cuatro contados? ¿acaso no se podría pulsar las opiniones ciudadanas de todos mediante encuestas, sugerencias y nuevas tecnologías?
Asociaciones de vecinos que casi al unísono reclaman más espacio para el coche, ocupación de más espacio público por parte de éste, más aparcamientos, etc. No parece importarles el bienestar de sus vecinos, liberar las calles de tráfico y ruido, hacer una ciudad amable, tener un transporte público de calidad, que los niños y ciudadanos en general puedan pasear, andar en bici y jugar en la calle sin ningún peligro. Ponen el grito en el cielo con mucha demagogia barata cuando hay que quitar tres aparcamientos y no dicen ni exigen nada al Ayuntamiento ante la tragedia diaria de esta ciudad en la que el coche es el rey cuando todos los días hay heridos (y en algunos casos muertos) por atropellos de sus conciudadanos atravesando pasos de cebra.
Son estas asociaciones lideradas por ex concejales y por gente con ganas de figurar y tener sillón municipal las que boicotean, lastran y entorpecen el desarrollo de la ciudad. Esto no sería posible sin la complicidad de los concejales miedosos y cortoplacistas.
Juan Luis Fernández López