eS el título de un libro y un documental de 52 minutos producidos de manera independiente y distribuido gratuitamente en algunos lugares alternativos de Francia o América Latina, dirigido por Jean François Brient, que usted puede encontrar fácilmente en Internet, y disponible desde mayo de 2009. El objetivo central de la película, según las propias palabras del director, es mostrar las condiciones actuales del esclavo moderno en el marco del sistema totalitario mercantil y dar a conocer cuál es la máscara que oculta dicha esclavitud a los ojos del ciudadano y consumidor de los países presuntamente libres. La película intenta ser un arma pacífica construida con palabras e imágenes contra la organización dominante en el mundo, un análisis radical de las relaciones sociales infectadas por la opinión controlada de los medios y la publicidad, y una llama que incendie las mentes para llevarlas a actuar. Una llama también de esperanza a través del poder subversivo de la literatura y el cine. Se intenta llamar a las cosas por su nombre, no por el que dan las leyes o diccionarios. Mostrar la realidad tal como es y no como la presenta el poder constituye la subversión más genuina. Por ejemplo, la democracia liberal, que no tiene casi nada de democrática ni de liberal (no elegimos a los jefes del estado de una monarquía, ni a los jefes de la Iglesia, ni a los directores de los bancos, y los que elegimos cada vez tienen menos margen de maniobra y se parecen más entre sí) La farsa del desarrollismo a ultranza basada en producir cada vez más, explotando a un planeta exhausto con una capacidad limitada para cobijarnos y alimentarnos, sin plantearse nunca el producir menos, consumiendo menos, repartiendo de forma distinta, anulando los enormes despilfarros en juguetes de guerra, construcciones antisociales y cientos de objetos inservibles. Como dijo Victor Hugo hace ya más de 100 años: "¡Qué pena que la naturaleza hable y la humanidad no sepa escucharla!".

Se intenta rebatir la facilidad que encuentran los criterios comerciales para ocupar cualquier reducto escondido de la intimidad o la inteligencia. Reconoce no esconder las referencias intelectuales que han guiado su trabajo, y en general su vida: Diógenes de Sinope, Etienne de la Boétie, Karl Marx y Guy Debord, personas que se distinguieron cada una en su momento por buscar una verdad profunda que rigiera los destinos de la persona, buceando por debajo de la calma apariencia en los mares dominantes de cada sociedad. Palabras e imágenes de la película que retumban en nuestro cerebro con la toda fuerza de la alienación moderna, que hace muy difícil escapar a cualquier mente lúcida de este escenario donde nacemos, trabajamos, nos reproducimos, y morimos. El consumismo y la competitividad lo invaden todo: Las cosas que poseemos acaban por poseernos a nosotros. La educación: Somos los propios padres los que compramos a nuestros hijos los instrumentos que los atontan. A fuerza de obedecer se obtienen reflejos de sumisión.

La religión: Condenamos todas las religiones por ser generadoras de ilusiones que nos invitan a aceptar nuestra sórdida condición de dominados y nos mienten o desracionalizan casi todo. Pero también condenamos toda estigmatización de cualquier religión en particular. La política: La crisis económica, social y política ha revelado el fracaso patente del sistema totalitario mercantil. Una brecha se ha abierto. (?) Ahora se trata de atreverse sin miedo pero de manera estratégica. Hay que dudar de todo, incluso de la duda. Curiosa reflexión en un reino donde la crisis de lo social puede llevar al gobierno a la derecha más rancia y más encantada con todas estas medidas. Creemos que vivimos en libertad a fuerza de escucharlo, porque sufrimos 40 años de dictadura militar y una guerra, pero las posibilidades reales de elección no son tantas como pensamos. Ni en el ámbito educativo, ni el laboral, ni el religioso, ni el alimenticio, ni el sanitario, ni el político, ni mucho menos el financiero. Y por encima de todo, nuestras posibilidades dependen del dinero que poseamos. Eres libre en función de tu solvencia, no más. ¿Qué libertad tienen el parado, la trabajadora en la cadena, un enfermo de cáncer por fumar o respirar el humo de los tubos de escape o las fábricas, la madre soltera con dos hijos, el niño matando marcianos en la Play o la familia que tarda 30 años en pagar su vivienda? El urbanismo se presenta como un sistema legal de apropiación privada y regulada del medio ambiente natural y humano. Curioso también el origen de la palabra Trabajo: del latín tri palium tres palos, instrumento de tortura. Maldición divina: Ganarás el pan con el sudor de tu frente.

La difusión del material es coherente con las ideas que se denuncian. El texto y la película están libres de derechos, y pueden ser copiados, difundidos y proyectados sin la menor duda. El que esta pedagógica película y otras similares no sean exhibidas de manera general en nuestras pantallas, considero es una muestra poco edificante de la sociedad en la que estamos. El material es gratuito y no puede ser vendido ni comercializado bajo ninguna circunstancia. Sería incoherente proponer una crítica de la omnipresencia de las mercancías con otra mercancía. La lucha contra la propiedad privada, intelectual u otra es nuestra fuerza de ataque contra la dominación presente. Esta película, no pertenece a los autores, sino a quienes quieran tomarla para lanzarla hacia la línea de combate. Véanla, es muy recomendable. Un soplo de aire fresco en nuestra compulsión compradora y sobre la aceptación sumisa a las verdades aprendidas o difundidas por el poder. El inmenso poder de la disfrazada y votada dictadura mercantil. Mi optimismo está basado en la certeza de que esta civilización está por derrumbarse, mi pesimismo en todo lo que arrastrará en su caída. Parece que un muchacho estadounidense de 22 años, un soldado, se ha jugado el tipo filtrando a Wikileaks 92.000 documentos militares clasificados sobre la guerra en Irak y Afganistán. Algo se mueve, seamos radicales (por ir a la raíz) y ateos al soberano dios del Mercado.