Leo en la prensa que algún desnortado afirma que "las víctimas del terrorismo son un referente cívico y un símbolo de la democracia". Ya se ha repetido demasiadas veces, aunque nunca sean suficientes, que el respeto a la vida y a todos los Derechos Humanos Civiles y Políticos (DDHHCCPP) debe estar garantizado para todo el mundo sin ninguna excepción y que son absolutamente rechazables y condenables todas las vulneraciones de los mismos, y con más fuerza las más graves.

Pero precisamente por eso tampoco cabe posicionar como símbolo de la democracia, linealmente, a todos cuantos han sufrido o sufren la violencia y el terrorismo, pues en algunos casos se puede o se pudo dar y se dio justamente la antítesis de lo que se proclama, o así era interpretado por quienes de cerca los conocían.

Y es precisamente por el respeto que se les debe a muchas otras víctimas que por sus méritos sí pudieran catalogarse así, hayan sufrido o no el ataque terrorista, que no puede mezclarse ni ensuciarse un colectivo tan honorable con esas, supongo, que involuntarias imprecisiones. Del mismo modo que tampoco todos los que cayeron de parte de la legal, democrática y desmandada república fueron héroes como ahora lógicamente pretenden algunos para intentar compensar la balanza de lo que de igual modo y en sentido contrario se repitió durante 40 años en iglesias, catedrales y en la historia oficial del sanguinario dictador, refiriéndose a los sublevados golpistas, por muchos gravísimos motivos que se documenten o se pudieran dar para ello.

Nadie puede convertir a un torturador como Melitón Manzanas en símbolo de la democracia por mucho que fuera víctima del terrorismo o porque se reivindique el derecho de todos a la vida y a todos los DHHCCPP y por más que se condene la violencia y el terrorismo, o justa y precisamente por eso mismo.

Si de verdad ETA de una vez por todas desaparece, se va, cierra las persianas, se difumina en el paraje de la nebulosa que nos acecha en Euskadi constantemente... Dicen que va a haber un secuestro, ahora dicen que ETA va a trabajar en el verano poniendo sus bombas; vamos, el caso es no dejar descansar, y para eso el Sr. Rubalcaba es un artista como lo fue el mago Merlín para ponerle nombre a todo aquello que puede perjudicar o echar por tierra el pacto PP-PSE. Si de verdad los partidos políticos mirasen al pueblo vasco, lo escuchasen alguna vez, seguro que podrían darse cuenta que este pueblo cada vez pasa más de ellos. Si de verdad apostasen por la paz, podrían todo su empeño en conseguirla, pero si nos fijamos bien parece que no interesa que llegue, porque si llega ¿que sucedería?

Pongo la televisión y veo que el Sr. Patxi López habla de fórmula mágica y habla de principios identitarios, pero este Sr. aún no se ha dado cuenta que lleva casi dos años hablando de lo mismo; por favor, no se repita. Cambie de discurso o prescinda de quien se los escribe.

Si de verdad sale un señor del PSE aduciendo que este Parlamento vasco de ahora es el más democrático de los últimos 30 años, yo le preguntaría qué hace la Sra. Arantza Quiroja cuando habla como representante del pueblo con palabras que no son del pueblo sino de su propio partido e ideología. Y qué dice este señor que hace treinta años seguro que iba a preescolar o es que le gusta leer hemerotecas, pues lea, lea y entérese que este Parlamento está conformado no con la mayoría social del pueblo vasco. Jobar, señores, seamos un poco serios y vayan a tomar el pelo a esos que se lo están tomando hace ya mucho tiempo, "los españoles".