LEO en la prensa que la violencia machista se ha cobrado 46 vidas en lo que va de año. La última fallecía después de tres meses en coma, tras haber sido violada y brutalmente apaleada en Valencia. El año pasado se computaron 75 víctimas mortales. Sólo catorce habían denunciado la existencia de violencia, en seis casos había medidas de protección vigentes, y el 20% de las muertes se produjeron en Andalucía. El 50% de las víctimas convivían con su agresor. Una violencia que presenta múltiples caras. La violencia física, sexual y psicológica en la familia, o fuera de ella; incluidos los malos tratos, el abuso sexual, el acoso en el trabajo, las descalificaciones, el trato discriminatorio o vejatorio. Añadamos la trata de mujeres y la prostitución forzada, e incluso formas de violencia más sutiles como los chistes machistas, el hostigamiento (los piropos, la pornografía, la publicidad sexista o las letras de algunas canciones), e incluso los cánones sobre el ideal de belleza.

Aunque es frecuente que en los medios de información se atribuyan los asesinatos y agresiones a los celos, o a la pasión amorosa, la realidad es que mas del 90% de los casos de asesinato se producen porque la mujer ha decidido ejercer su libertad de separarse, lo que implica como problema de fondo la consideración que algunos hombres tienen de las mujeres como seres de su propiedad, sin derecho a ejercer su voluntad como personas. Cuando la información pública no revela esta realidad están presentando a las mujeres, falsamente, como personas vinculadas emocionalmente a sus agresores y sin capacidad de decisión para dejar a su pareja, es decir, sin recursos para desarrollar su propia vida.

En el mismo sentido, no es raro leer noticias que resaltan la decisión de la mujer de tener una sexualidad activa como desencadenante de agresiones; "Las infidelidades amorosas de una mujer acaban en un intento de asesinato", por ejemplo. Un sesgo que induce a pensar que el redactor de la noticia considera reprobable que las mujeres tengan relaciones extra-conyugales, o que conciben que una sexualidad apasionada puede de alguna manera explicar la violencia que se ejerce contra ellas. En el fondo subyacen patrones culturales exacerbados por una sociedad que bajo la apariencia de civilizada ejerce la violencia en todas sus manifestaciones. (...).

Aún podemos ver en el Museo de Bellas Artes de Vitoria una exposición sobre la violencia de género en Pakistán donde existe la costumbre de dirimir diferencias, agravios o venganzas echando àcido al rostro de las mujeres; a la niña que no es querida por su padre, a la esposa que no es sumisa, o a la novia entregada por un acuerdo económico. Al mismo tiempo, se puede ver una exposición sobre la obra fotográfica de Brenda Ann Keneally en la biblioteca de La Florida, una mirada femenina que retrata un barrio del norte de Nueva York en el que la clase obrera vive en condiciones de indignidad, y la violencia de la situación es soportada básicamente por las mujeres: en algunos casos trabajando doce y catorce horas mientras sus hombres están en la cárcel o en el paro; en otros asumiendo tareas de canguros para otras mujeres que apenas ven a sus hijos; y en casi todos cargando con la parte de la miseria relacionada con el cuidado de hijos y mayores, y las llamadas tareas del hogar.

Estas dos exposiciones revelan, de un lado, que la violencia machista, aunque existe en todo el mundo, adquiere notas y caracteres muy distintos según las diferentes culturas y niveles de desarrollo económico, y que, además, se ejerce en muchos países sin ningún tipo de defensa para las víctimas. De otro lado, que hay una violencia social como consecuencia de la desigualdad, que el actual sistema económico profundiza, y de la incapacidad para satisfacer necesidades básicas, como un empleo o una vivienda, lo que genera situaciones de violencia que pagan los sectores mas indefensos de la sociedad, especialmente las mujeres.

En nuestro mundo, llamado civilizado, hay un entorno legal protector de las víctimas de la violencia de género. Las denuncias de familiares y amigos de maltratadas han subido un 116% el año pasado, y hay nuevos Juzgados de lo Penal que asumirán en exclusiva los asuntos relativos a la violencia sobre la mujer. Pero hace ya cuatro años que se aprobó la ley integral contra la violencia de género y los resultados son escasos, a pesar de la teleasistencia a miles de mujeres en riesgo o de las pulseras de localización. (...)

Anualmente se denuncian en el estado medio millón de agresiones contra mujeres, y diariamente vemos como se ejerce la violencia de genero, en el centro de trabajo o en nuestro entorno más cercano, y es responsabilidad de todos denunciar las expresiones y conductas machistas. Hay que ponerse el delantal y consensuar las tareas del hogar y el cuidado de los hijos, y de las personas mayores que dependen de nosotros. Pero sobre todo, es imprescindible trabajar por una sociedad más justa e igualitaria para todas las personas, y ello exige movilización social y cambiar de raíz el actual sistema económico.

EN este país nuestro de poco txistu y mucha pandereta, mas concretamente en la parte peninsular del que fue viejo Reino de Navarra, seguimos asombrando al mundo, desde Shakespeare por lo menos. Basta que un jurado popular pronuncie un veredicto que no nos satisfce para que pongamos en cuestión la existencia misma del jurado, no se nos ocurre pensar que, tal vez, lo que se debe de cuestionar es la no adaptación de algunos profesionales del entramado judicial a una ley en principio tan válida y democrática como otras. No es de recibo el argumento de que un jurado de legos no puede administrar justicia, eso será si los profesionales ponen trabas al acceso de la ciudadanía al asunto de la justicia, puede que no sea que el lego no entiende, sino que el docto no explica. Un asunto tan serio no se puede dejar en las manos de los que tienen acceso a la clausura judicial.

Nos volcamos en un asunto en el que está por establecer quiénes son los piratas y quiénes los corsarios, reflexión ésta muy conveniente a la hora de dilucidar, entre otros asuntos, qué tipo de protección han de llevar los atuneros que faenan en la mar de Somalia, no sabemos muy bien con qué legitimidad. Las más altas instancias: el ejecutivo, el judicial y el militar poniendo en riesgo vidas en una borrachera de aquí mando yo y se hace lo que yo diga. Hasta el lehendakari, a última hora para su desgracia enfermo.

Es suficiente que el chupinazo lo tire el kiliki negro para que el asunto termine en la Audiencia Colonial Española y continúe con una docena larga de alcaldes, concejales, mozos de peñas y ciudadanas imputados por un delito de enaltecimiento del terrorismo. La exhibición de unas fotos de personas detenidas por temas relacionados con el terrorismo, condenados o no: enaltecimiento del terrorismo, la presencia de concejales de la injustamente ilegalizada EAE-ANV: enaltecimiento del terrorismo. La prohibición de txoznas y otros desmanes: enaltecimiento de la intransigencia, digo yo. Nos encontramos con gente de aspecto progresista reclamando el endurecimiento de las penas para resolver gravísimos problemas sociales; sin solucionar, previamente la injusticia social de las cárceles que han de sufrir los penados y preventivos. A otros pidiendo la aplicación de condenas y tratamientos penitenciarios injustos, porque se están aplicando a gente de nuestra cercanía.(...) En la cárcel, sobre todo en las actuales, no se debe de pudrir nadie, sea este amigo o enemigo. Habrá que decidirse entre la proporcionalidad o el carácter disuasorio y ejemplarizante de las penas. (...)

Asistimos atónitos a la carambola de un gobierno, infectado del síndrome monolingüe, para el que el uso de una de las lenguas oficiales en la CAPV es voluntario y el uso de la otra obligatorio. Asistimos a la degradación de EITB, con ceses y recambios monoideológicos y simultáneamente a la generalizada pérdida de audiencia y de credibilidad, a los del bipartito les interesa hundir EITB, es el único medio en el que pueden perder el control, la mayoría abrumadora de los demás medios les son adictos y a los que no siempre se les puede aplicar la legislación antiterrorista.

Nere hitzak ez dezala haizeak eraman? amen.