Le gustan todos los medios que están a su alcance para contar historias, pero si tiene que inclinarse por alguno, no tiene dudas: la literatura. Se ha hecho un nombre muy valorado en el género negro, lleva casi quince años dedicándose a escribir, un oficio difícil como para vivir de él en exclusiva, pero Juan Gómez-Jurado lo combina con colaboraciones en prensa y radio. En estos momentos se está rodando una serie basada en su trilogía Reina roja. Una vez más, literatura y televisión confluyendo. Pero antes que de la pequeña pantalla hay que hablar de las últimas novedades en su producción literaria.

PERSONAL

Edad: 44 años (16 de diciembre de 1977).

Lugar de nacimiento: Madrid.

Familia: Está casado y tiene dos hijos.

Formación: Estudió Ciencias de la Información.

Trayectoria: Lleva catorce años en el mundo de la escritura y destacó desde el momento en el que colocó su primera novela en el mercado editorial, Espía de Dios. Después llegaron Contrato con Dios, Emblema del traidor, La leyenda del ladrón, El paciente, La cicatriz, Reina roja, Loba negra, Rey Blanco y Todo arde, su último libro. Es colaborador de radio y en distintas publicaciones. En estos momentos se está adaptando a la televisión Reina roja.

Todo arde es su último libro. El título parece un resumen de la situación que vivimos en estos momentos.

No sé si es esa la situación, pero la voy a resumir en una frase que una de las protagonistas repite varias veces: No estoy loca, estoy hasta el coño

En esta nueva novela se ha olvidado de Antonia Scott. ¿Qué ha hecho usted con ella?

Está ahora mismo tomándose un pequeño y merecido descanso. Volverá, volverá en el futuro y mientras tanto está preparándose para ir a la televisión. Ahora mismo estamos en el rodaje de la serie sobre Reina roja y está saliendo algo espectacular, pero aún no es el momento para meterse en nuevas aventuras. Antonia Scott y Jon Gutiérrez necesitan un descanso literario. Mis tres nuevas protagonistas están preparando el camino, y hasta aquí puedo contar sobre mis intenciones para escribir. 

¿Va a ser este último libro una novela independiente o va a ser el primero de una nueva trilogía?

Digamos que estas tres mujeres van a tener recorrido. Y digo lo mismo: hasta aquí puedo contar.

Demasiado secretismo, ¿no cree?

Ja, ja, ja... Hay que ser cautos con los proyectos, no puedes hablar mucho porque no sabes hasta dónde van a ser realidad. Tengo ideas y planes, pero ahora estoy volcado en la promoción de Todo arde y en el rodaje de la serie. Además, sigo con mis colaboraciones en otros medios. Cuando me meto en una nueva trama no me gusta descubrir muchas cosas de lo que puede suceder. Si lo hago, la experiencia del lector de alguna manera se hace menos sorpresiva y menos disfrutable. Me gusta que los lectores lleguen con la menor información posible. Eso es lo que hace posible esa comunidad de lectores tan cercana que tengo.

"Cuando se habla de los proyectos hay que ser muy cauto”

¿Le gusta intrigarles?

Valoro mucho su inteligencia y no quiero darles todo masticado para llegar a conclusiones fáciles. 

¿Duerme tranquilo teniendo una mente tan negra? ¿Pesadillas? ¿No le basta con la realidad?

¿Mente negra? No. Y por desgracia tengo muchísimas pesadillas. No me las puedo quitar de encima. Prácticamente a diario, desde febrero o marzo de 2020, duermo fatal. Es algo que sé que le pasa a mucha gente, muchos amigos me han dicho que ellos están igual. Tengo la sensación de que el mundo es demasiado, pasan muchas cosas a mi alrededor. Por suerte, tengo la oportunidad de refugiarme en las páginas de los libros que escribo, y también en las de los que leo. Es lo que intento transmitir a los lectores. Cuando todo está muy difícil, cuando todo está complicado, hay una vía de escape que solo es un pequeño gesto: abrir la cubierta de un libro y dejarnos atrapar por una historia que nos tenga durante 600 páginas enganchados hasta el final.

Ahora mismo está en fase de rodaje la serie de Netflix ‘Reina roja’, basada en la obra de Gómez-Jurado.

Ahora mismo está en fase de rodaje la serie de Netflix ‘Reina roja’, basada en la obra de Gómez-Jurado. JEOSM

Cuando se hace una adaptación da la sensación de que el escritor pierde el control de su obra, que el formato audiovisual devora la esencia. ¿Lo ve usted así?

Debo reconocer que a pesar de que yo mismo he estado liderando la adaptación durante tres años, porque era algo que quería hacer, de que se ha podido levantar la producción, está el mejor socio posible y hay un presupuesto increíble, pues aún así, el primer día que llegué al rodaje dije: Qué raro es todo esto. Se me hizo todo muy extraño cuando oí hablar a Antonia Scott y a Jon Gutiérrez por primera vez.

¿Encajan en sus ideas los actores que van a dar vida a sus protagonistas?

Sí, Vicky (Luengo) es Antonia, eso es indiscutible. Es cierto que no estaba ella en mi cabeza cuando escribí estas novelas, ni él tampoco (Hovik Keuchkerian), pero cuando hablé con ambos y les vi actuar me pareció algo increíble. Él es navarro-armenio. Estoy encantado con los actores, personas tan entregadas a sus personajes, y estoy muy orgulloso de todo el proceso de la serie que estamos haciendo para Netflix. Todo lo que me está pasando desde hace algún tiempo es un privilegio. 

¿Y no ve a sus otros libros adecuados para la televisión?

Con la adaptación de Reina roja no nos estamos volcando con otros proyectos, que los hay, pero ahora estamos muy centrados en este. Hay otros libros que se encuentran en distintas fases de preproducción, pero tampoco estoy tan involucrado como lo estoy con esta serie. Estar ahora en otro de mis libros, no, me resultaría raro, sería como estar con dos parejas.

¿Volveremos a verle como presentador de programas de entretenimiento, tal y como ocurrió el pasado año?

No, no. Viví eso durante tres meses con El condesador de fluzo y ya no más.

¿No le gustó la experiencia?

Sí, claro que me gustó, pero fueron tres meses agotadores, y aunque tenía el mejor equipo posible, honestamente, cuando me relevó Raquel Martos, para mí fue un alivio inmenso. El programa ya estaba establecido, tenía su audiencia y todo funcionaba muy bien. Es un programa que ha despertado interés y yo me siento muy orgulloso de haberlo hecho durante una temporada. Además, Raquel es mucho mejor que yo. No lo volvería a hacer nunca, jamás.

"No volvería a ser nunca presentador, la tele es muy exigente”

Ahora queda bien esa frase hecha de: Nunca diga nunca jamás.

Pues yo digo nunca. ¿Sabes lo que pasa? Que necesito hacer varias cosas. Necesito un día para dedicarlo a la radio, otro para ir al rodaje de la serie, ir trabajando mis próximos proyectos poco a poco, cocinando todo lentamente y también quiero tiempo para encerrarme tres meses a escribir, tiempo para documentarme... La televisión te exige mucha dedicación como presentador. Es muy esclava y te ata mucho, cuando lo que yo necesito es libertad.

¿La culpa de que sea escritor la tiene Pérez Reverte?

Fue una de las personas que más influyeron en los inicios de mi carrera, igual que lo hicieron Stephen King o Tolkien. Son esas lecturas en las que me inicié durante mi juventud y que despertaban en mí el deseo de hacer lo mismo.

Ha escrito en varios géneros: ficción, no ficción y novela juvenil.

Me divierte ir probando cosas nuevas. Cuando pruebo, lo que hago es intentar aprender. Cambiar es muy interesante, no deja que te acomodes en tu sofá preferido, te obliga a hacer gimnasia.

Estudió usted Ciencias de la Información, luego es periodista...

Sí. Me gustaba contar historias, y lo hago, aunque en distintos formatos.

Así se libra del dilema de narrar la verdad, ¿no?

Entre otras muchas cosas. En mis historias el campo narrativo es ilimitado, en periodismo no.