El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo hoy sentirse "asombrado por las tergiversaciones de algunos" con respecto a las palabras que ayer usó para hablar del grupo islamista palestino Hamás, cuyas acciones volvió a condenar, aunque sin retractarse de sus palabras.

Sus declaraciones salen así al paso de las acerbas críticas recibidas principalmente desde Israel -donde el ministro de Exteriores ha llegado a pedir su dimisión- por una frase pronunciada ayer ante el Consejo de Seguridad de la ONU, en la que recordó que los ataques de Hamás del 7 de octubre "no surgen de la nada", sino de "56 años de asfixiante ocupación".

En una declaración sin preguntas a la entrada del Consejo de Seguridad este miércoles, Guterres recordó que, en sus declaraciones de ayer, había "condenado inequívocamente los actos de terror de Hamás en Israel, horribles y sin precedentes", y que "nada puede justificar el asesinato deliberado, el secuestro de civiles ni el lanzamiento de cohetes contra objetivos civiles".

Y aunque volvió a recordar "los agravios del pueblo palestino", inmediatamente añadió que "no pueden justificar los atroces ataques de Hamás".

Guterres no se desdijo en ningún momento de las palabras pronunciadas ayer, sino que insistió en que se trataba de "dejar las cosas claras por respeto a las víctimas y a sus familias".

La breve declaración leída hoy no menciona la inusual petición de dimisión pronunciada por Israel, ni las críticas de aliados de Israel, como el Reino Unido, que ha pedido a Guterres que "se retracte", según dijo hoy el secretario británico de Inmigración, Robert Jenrick.

El embajador israelí ante la ONU, Guilad Erdán, afirmó hoy que Israel rechazará visados a los representantes de Naciones Unidas, y explicó que ya ha comenzado a aplicar esta política, concretamente negándoselo al subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths.

"Es hora de darles una lección" a los altos cargos de la ONU, afirmó hoy Erdán en una entrevista con la radio del Ejército israelí.