La falta de concreción de una ley sobre seguridad ha alertado en China a juristas y expertos, en especial una disposición que castiga a quienes vistan prendas que "hieran los sentimientos de la nación china", una definición abierta a interpretaciones arbitrarias o excesivas.

Se trata de la Ley de Castigos de la Administración de Seguridad Pública, una normativa que está siendo revisada por el Parlamento chino y cuyo borrador fue publicado este mes para recabar opiniones hasta el próximo 30 de septiembre, cuando volverá al Legislativo para su aprobación.

Tras darse a conocer su contenido, la consideración unánime de numerosos expertos ha sido que la definición de algunas de las faltas que contiene es demasiado difusa y puede llevar a la aplicación de castigos desmesurados que incluyen desde multas a hasta 15 días de detención, aunque sin persecución penal o judicial.

Kimonos polémicos

Entre las novedades más polémicas figura el artículo que penaliza a quienes lleven ropa o porten en público símbolos "que vayan en detrimento del espíritu de la nación china o hieran sus sentimientos".

Incluso el oficialista Global Times ha recogido en los últimos días el tema en un artículo en el que reconoce la preocupación "por que la definición de la violación (de esta ley) y los escenarios en que pueda aplicarse no están claros, lo que puede llevar a una imposición excesiva".

El Global Times cita al profesor de la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho de China, Zhao Hong, quien mencionó en sus redes sociales la detención en agosto pasado de una mujer que vestía un kimono japonés en una calle y que fue acusada de "provocar disturbios y crear problemas", un delito habitualmente imputado a los disidentes y castigado con hasta cinco años de prisión.

La ropa tradicional japonesa se ha convertido en los últimos años en un atuendo controvertido en medio del empeoramiento de las relaciones entre China y Japón, pero los expertos creen que lucir un kimono no puede en ningún caso equipararse a vestir el uniforme que empleaba el ejército nipón durante la invasión de 1930.

"Si un kimono hiere los sentimientos, ¿también sería delito comer comida o ver películas de animación japonesas?", cuestionó Zhao.

Brecha entre policía y población

El artículo de los atuendos castiga también la producción o publicación de comentarios u objetos "que vayan en detrimento del espíritu de la nación china o hieran sus sentimientos", una definición que para algunos juristas entra en conflicto con la libertad de expresión.

Estas enmiendas "crearán un nuevo espacio para la corrupción y podrían intensificar el conflicto entre la policía y la población, lo que implicaría nuevos riesgos para la estabilidad social", advirtió en la red Weibo -similar a X, censurada en China- Lao Dongyan, profesor de Derecho Penal en la Universidad Tsinghua.

También para el profesor de Derecho y Sociología de la Universidad de Hong Kong Liu Sida, citado por el diario South China Morning Post, la "vaguedad" de las definiciones deja demasiado poder de interpretación en manos de la policía de base.

"Es muy grave que si un agente de base dice que has herido los sentimientos de la nación china, puedas perder 15 días de libertad", señaló Liu.

Aumento del nacionalismo extremo

Otros especialistas han alertado de que, además del abuso de poder, la ambigüedad de la ley puede también azuzar el nacionalismo extremo, la polarización y el populismo.

Así las cosas y ante los más de 70.000 comentarios que ha provocado la ley desde que entró en fase de consulta pública, un portavoz de la Asamblea Nacional Popular salió al paso esta semana para asegurar que se escucharán y tendrán en cuenta las opiniones ciudadanas.

"Las opiniones públicas a través de los canales establecidos son sinceramente bienvenidas como manifestaciones concretas del interés del pueblo y de su participación ordenada en el trabajo legislativo nacional, lo que es de gran importancia", dijo el vocero, quien garantizó que todas las aportaciones serán estudiadas.