Los gobiernos del G7 y la Unión Europea han condenado "en los términos más rotundos" el lanzamiento fallido de un misil por parte del régimen de Corea del Norte y han señalado que esta "acción imprudente" merece una respuesta "rápida, unida y contundente" por parte de la comunidad internacional, especialmente a través del Consejo de Seguridad de la ONU.

El régimen norcoreano utilizó tecnología de misiles balísticos para su último desafío, lo que implicaría una violación "clara" y "flagrante" de las sanciones internacionales y una "grave amenaza" a la estabilidad tanto regional como mundial, reza una nota difundida este jueves.

En ella, los países del G7 han recriminado a Pyongyang que siga adelante con un programa armamentístico y nuclear "ilegal". Así, le han pedido que de pasos "completos, verificables e irreversibles" para garantizar que respeta las resoluciones internaciones y no persiste en sus amenazas.

La "frecuencia" de las violaciones de las resoluciones internacionales se topa, sin embargo, con la "inacción" del Consejo de Seguridad de la ONU debido a la "obstrucción" emprendida por algunos miembros. El G7 y la UE, que aluden de forma velada a Rusia y China --con derecho de veto en el Consejo--, consideran "motivo de alarma" este bloqueo.

"El G7 sigue comprometido para trabajar con todos los socios relevantes hacia el objetivo de la paz y la estabilidad en la península de Corea y para hacer valer un orden internacional basado en el Estado de Derecho", ha señalado, en un comunicado en el que ha emplazado a Pyongyang a volver sin condiciones a la mesa de diálogo.