El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha destituido este domingo a su ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien el sábado abogó públicamente por pausar la tramitación de la polémica reforma judicial para dar margen al diálogo.

Netanyahu ha publicado un breve comunicado anunciando la marcha de Gallant en el que explica que ha perdido su confianza en él porque "se ha puesto a la espalda del Gobierno", informa la prensa israelí.

Gallant sigue siendo diputado del partido Likud de Netanyahu, pero no se sabe si seguirá formando parte del Gobierno, resultado de un complejo equilibrio de fuerzas entre los partidos de derecha y ultraderecha que conforman la coalición que sostiene a Netanyahu.

Tras conocerse la noticia, el líder de la oposición, Yair Lapid, ha criticado a Netanyahu porque ha destituido a Gallant "solo porque le advirtió de la amenaza que supone para la seguridad de Israel" su reforma judicial. "Es un gobierno antisionista que va en contra de la seguridad nacional e ignora las advertencias de todos los responsables del aparato de seguridad", ha argumentado.

"El primer ministro de Israel es un peligro para la seguridad del Estado de Israel (...). Netanyahu puede echar a Gallant, pero no puede echar a la realidad y no puede echar al pueblo de Israel, que se está levantando contra la locura de la coalición", ha añadido.   

PROTESTAS

Tras la destitución de Gallant miles de manifestantes han salido a las calles de las principales ciudades isarelíes para protestar por la decisión.

En Tel Aviv los manifestantes han cortado el cruce de Kaplan y han ocupado de nuevo la autopista Ayalon, escenario habitual de enfrentamientos entre activistas y policías.

En Jerusalén, Beersheba y Haifa también ha habido protestas con miles de asistentes. También ha habido una concentración de unas 300 personas frente a la vivienda de Gallant para expresarle su apoyo, informa el diario 'Yedioth Aharonoth'.

Reservistas se han concentrado en la mañana del domingo junto a la casa del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, en el asentamiento de Kiryat Arba, en Hebrón, Cisjordania. Dos de ellos fueron detenidos tras tratar de entrar en la casa de Ben-Gvir.   SUCESOR.

El ministro de Agricultura, Avi Dichter, parece el favorito para suceder a Gallant. Dichter fue director del servicio secreto para el interior de Israel y los territorios palestinos, el Shin Bet.

Sin embargo, Dichter también ha planteado sus dudas sobre los riesgos para la cohesión y la seguridad del país que supone seguir adelante con la tramitación de la reforma judicial. También podría ocupar el cargo el ministro de Economía, Nir Barkat.

Gallant rompió el sábado la defensa monolítica del Gobierno israelí de la polémica reforma judicial impulsada por Netanyahu y que ha sumido al país en una profunda crisis política por las protestas de la oposición, que denuncia una amenaza para la división de poderes.

"Nunca he visto el nivel de odio y dolor que veo ahora. La división en la sociedad llega hasta el Ejército y ello supone un peligro inmediato y tangible a la seguridad del Estado. No voy a ceder en esto. Necesitamos cambiar la judicatura, pero los cambios importante deben hacerse con diálogo. El proceso legislativo debe ser detenido", dijo Gallant en un discurso televisado.

Gallant ha subrayado que "la seguridad de Israel es el objetivo de mi vida". "Incluso ahora estoy dispuesto a asumir el riesgo y a pagar el precio. Las amenazas que nos rodean son inmensas, cercanas y lejanas", ha apuntado al inicio de su discurso. En las últimas semanas el propio Gallan ha mantenido contactos con mandos militares, ha explicado. "Me preocupa lo que he escuchado", ha apuntado.

El ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, pidió de inmediato la destitución de Gallant a Netanyahu. "Pido al primer ministro que destituya a Gallant, quien fue nombrado con los votos de la derecha, pero que se ha rendido a la presión de quienes han amenazado con el rechazo (a servir voluntariamente en las Fuerzas Armadas) e intenta parar esta importante reforma", espetó.