Las autoridades de Irán han detenido a la activista y periodista iraní Sepidé Gholian poco después de su liberación el miércoles tras más de cuatro años en prisión, según ha denunciado una organización no gubernamental.

La Agencia de Noticias de Activistas por los Derechos Humanos (HRANA) ha indicado que "pocas horas después de su liberación de la prisión de Evin, Sepidé Gholian fue arrestada nuevamente por las fuerzas de seguridad cuando se dirigía de Teherán a Dezful".

Horas antes, la propia Gholian había confirmado en sus redes sociales que había sido liberada tras cuatro años y siete meses en prisión". "Esta vez salgo esperando libertad para Irán", ha dicho, antes de expresar su deseo de que las autoridades liberen "a todos los presos políticos, especialmente a las mujeres".

En el vídeo puede vérsela tildando de "tirano" al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei. "Jamenei, tirano, te derribaremos", afirma Gholian, que aparece sin velo. Por el momento se desconoce si el nuevo arresto está relacionado con estas afirmaciones por parte de la activista.

Gholian, de 28 años, es considerada una de las principales activistas iraníes que se encontraba encarcelada. La periodista fue detenida en 2018 tras informar sobre unas protestas en el oeste de Irán y, si bien fue brevemente liberada bajo fianza, fue arrestada nuevamente en enero de 2019. La activista fue condenada tras ello a cinco años de cárcel por cargos relacionados con la "seguridad nacional". 

El país centroasiático ha sido escenario de una oleada de manifestaciones desde septiembre de 2022 a raíz de la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, una joven kurdo-iraní detenida en la capital, Teherán, por supuestamente llevar mal puesto el velo.

El Gobierno de Irán han negado que las fuerzas de seguridad fueran responsables de la muerte de Amini y afirmó días después de su muerte que la autopsia descartaba una agresión, apuntando a un infarto cuando comparecía para una vista. La joven murió días después en un hospital.

Sin embargo, han reconocido algunos excesos durante la represión de las movilizaciones, que se han saldado con alrededor de 500 muertos, según balances facilitados por varias organizaciones no gubernamentales. Teherán ha confirmado cerca de 300 fallecidos, si bien se teme que la cifra sea más alta.