El incidente entre dos cazas rusos y un dron estadounidense en el mar Negro, a escasa distancia del campo de batalla en Ucrania, ha disparado la tensión entre Rusia y Estados Unidos, que han abierto una carrera contrarreloj para ver quien recupera los restos del aparato.

"Lo más importante, creo, es que los aviones y buques estadounidenses no tienen nada que hacer junto a la fronteras de la Federación" Rusa, aseguró Anatoli Antónov, embajador ruso en Washington y antiguo viceministro de Defensa.

El incidente tuvo lugar cerca de la anexionada península ucraniana de Crimea, donde el Kremlin ve con malos ojos la presencia de la OTAN, sean buques de guerra o aparatos de inteligencia.

TERRITORIO HOSTIL

El director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, denunció que EEUU "emplea muy activamente todos los medios de espionaje, tanto espaciales como visuales y de radiointeligencia".

"Conocemos al detalle qué objetivos tienen los americanos con sus actividades de inteligencia (...) e intentamos identificar aquellas instalaciones y territorios que tienen mayor interés para ellos", explicó.

El Ministerio de Defensa ruso esgrimió que sus cazas no derribaron MQ-9, aunque Washington insiste en que el martes uno de los dos Su-27 rusos que escoltaron a su aparato golpeó su hélice, por lo que éste se precipitó en aguas internacionales del mar Negro.

Con todo, Moscú admitió que su principal argumento es que el dron penetró en un espacio aéreo de prohibido acceso hasta que el ejército ruso concluya la conocida como "operación militar especial" en Ucrania.

"¿Se imaginan que un avión, un dron (ruso) como ese aparezca cerca de Nueva York o San Francisco? ¿Se imaginan cuál sería la reacción de los medios informativos estadounidenses o del Pentágono a ese dron", subrayó Antónov.

RIESGO DE CONFRONTACIÓN

Antónov aseveró que su país su país "no está interesado en la confrontación", pero añadió que "salta a la vista que precisamente Estados Unidos lleva la situación a una escalada que puede desembocar en un conflicto armado directo".

El embajador admitió que Washington presentó una protesta, pero advirtió que Moscú considerará "francamente hostil" cualquier acción con armamento estadounidense.

"Partimos de la base de que Estados Unidos se abstendrá de especulaciones en el espacio mediático y pondrá fin a los vuelos junto a las fronteras rusas" señaló

En respuesta, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró que "ellos son los que tienen que tener más cuidado".

A su vez, el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danilov, aseguró que el incidente en el mar Negro demuestra que el presidente ruso, Vladímir Putin, tiene la intención de "ampliar la zona de conflicto con la participación de otras partes".

En su opinión, el desafío de Putin responde a la constante disminución de la superioridad estratégica rusa, en parte debido al suministro de armamento occidental a Kiev.

Con todo, el Instituto sobre el Estudio de la Guerra descartó una escalada directa entre amas potencias, aduciendo que incidentes similares ocurrieron en el pasado y nunca desembocaron en un conflicto y que tanto el Kremlin como la Casa Blanca han descartado un posible enfrentamiento entre Rusia y la OTAN.

CARRERA CONTRARRELOJ

Ahora, ambas partes se plantean llegar antes que su rival a la zona para recuperar los restos del aparato, que se hundió a unas 75 millas marinas al suroeste de Crimea.

Por si hubiera alguna duda, el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, aseguró que Rusia buscará "con seguridad" los restos.

"No sé si seremos capaces de encontrarlos, pero hay que hacerlo (...). Espero que tengamos éxito", dijo Pátrushev al canal de televisión Rossía-1.

Al respecto, Narishkin sugirió que Moscú dispone de "capacidades técnicas" para izar el aparato de las profundidades del mar.

Mientras EEUU también ha expresado su deseo de recuperar el dron, Kirby matizó a la CNN que no será fácil, ya que el aparato cayó en una zona "muy profunda del mar Negro".

"No ha sido recuperado. Y no estoy seguro de que vayamos a poder recuperarlo", admitió.

Eso sí, destacó que las autoridades estadounidenses han tomado las medidas necesarias para limitar la capacidad de Moscú de extraer información de inteligencia del dron.

CAZAS PARA UCRANIA

El incidente ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de proporcionar aviones de guerra a Ucrania, cuyo presidente, Volodímir Zelenski, no deja de insistir en ello.

Un grupo de ocho senadores republicanos y demócratas se dirigieron al Pentágono con una carta en la que pidieron el envío de F-16 a Ucrania, suministro que, en su opinión, podría "cambiar las reglas de juego en el campo de batalla".

Mientras, el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, adelantó que su país podría suministrar cazas MiG-29 a Kiev en un plazo de cuatro a seis semanas, promesas secundadas también por Eslovaquia.