La policía alemana dio este domingo por terminada la operación de desalojo de la localidad de Lützerath para incrementar la explotación de una mina de lignito a cielo abierto, tras la fuerte resistencia por parte de activistas medioambientales.
En declaraciones a la cadena NTV, Andreas Müller, portavoz de la policía de Aquisgrán confirmó que el operativo policial de desalojo en Lützerath ha concluido, aunque señaló que continúan las tareas de rescate de dos personas que permanecen atrincheradas en un túnel bajo tierra.
Precisó que se trata "un operativo de rescate" que corre a cargo de RWE, la operado de la mina de lignito Garzweiler II, en las instalaciones del consorcio energético.
"No quedan más activistas en la zona de Lützerath", confirmó la policía en un comunicado.
Estructuras en árboles y construcciones de madera
Después de que el viernes de la semana pasada todos los edificios quedaran vacíos, la policía desocupó desde el comienzo del operativo de desalojo el miércoles pasado 35 estructuras en árboles, así como treinta construcciones de madera levantadas por los activistas.
En total, casi 300 activistas fueron evacuados de Lützerath durante el operativo, en el marco del cual se registraron cuatro actos de resistencia al desalojo.
El sábado, una amplia alianza de organizaciones que se oponen a la extracción de lignito y a la demolición de Lützerath celebraron una marcha en la que participó también la activista sueca Greta Thunberg.
Al margen de la marcha pacífica, manifestantes trataron de burlar las barreras policiales para acceder al pueblo acordonado y al borde de la mina a cielo abierto, por lo que la policía hizo uso de cañones de agua, gas pimienta y porras y llevó a cabo doce detenciones.
El uso de los cañones de agua, unido a las condiciones del terreno ha deparado un barrizal en el que muchos agentes antidisturbios se han visto atrapados.
Müller defendió la actuación de las fuerzas de seguridad y argumentó que si ayer hubo manifestantes que burlaron las barreras policiales y a pesar de repetidos llamamientos no se abstuvieron de poner en aprietos a los agentes, "entonces no tiene nada que ver con una protesta pacífica, sino con buscar de manera consciente y deliberada la confrontación con la policía".
Policías heridos
Según el comunicado, desde el comienzo del operativo, más de setenta policías resultaron heridos y nueve activistas fueron trasladados al hospital, aunque no hay que lamentar lesiones de gravedad.
Una treintena de vehículos policiales resultaron dañados y además se pincharon 32 neumáticos de coches de las fuerzas de seguridad.
Desde el inicio del desalojo se han abierto 154 investigaciones penales.
Aunque el plan del Gobierno alemán es que el abandono del carbón en Renania del Norte-Westfalia se produzca ya en 2030, según el acuerdo suscrito el año pasado con la energética RWE a corto plazo está previsto incrementar la extracción de carbón ante la crisis energética derivada de la invasión rusa de Ucrania.