La Casa Blanca ha explicado este domingo que Rusia no ofreció alternativa alguna para excarcelar a la jugadora de baloncesto Brittney Griner más que intercambiarla por el traficante de armas Viktor But, y que el ex marine estadounidense Paul Whelan no entró en las negociaciones dado que Moscú le considera con un estatus diferente al haberle sido encarcelado por espionaje.

"Rusia no dio más opción, tal y como nos lo plantearon", ha declarado el responsable de comunicación estratégica de la Agencia de Seguridad Nacional, John Kirby. "Solo cabía liberar a Griner por But", ha explicado en entrevista con Fox News.

Kirby ha explicado que Whelan "está recibiendo un trato diferente debido a estos falsos cargos de espionaje que se le imputan", de ahí la imposibilidad de conseguir su liberación.

"Los rusos le tienen en una categoría especial. Créanme que por mucho que intentamos, y lo intentamos hasta el final, sacar a los dos a la vez, no hubo forma de conseguirlo", ha indicado en relación a las críticas manifestadas por el propio Whelan quien, desde prisión, se ha declarado abandonado por las autoridades norteamericanas.

"Así que era cuestión de hacer este trato ahora", ha explicado Kirby, para que al menos uno de ellos regresara a casa, y seguir haciendo esfuerzos para que Paul (Whelan) regrese".

Por último, Kirby defendió la liberación de But, condenado en 2011 por tráfico de armas y conspirar para matar estadounidenses. "Aquí nadie está dando volteretas de alegría al verle libre por la calle, pero el acuerdo era el que era", ha indicado Kirby, quien ha avisado de que si Bout "vuelve al trabajo, será detenido como lo fue en el pasado".