- Las fuerzas ucranianas resistían ayer en combates casa por casa al avance de las tropas rusas en la ciudad de Severodonetsk, la batalla final por el control de la región de Lugansk, mientras las milicias prorrusas se acercaban ya a tiro de cañón de la ciudad de Sloviansk, en la vecina región de Donetks. “Ya se está luchando en las calles de Severodonetsk. El enemigo avanza”, dijo el gobernador regional, Serhiy Gaidái, a la cadena de televisión 1+1 sobre la situación en la ciudad, la última importante de la región de Lugansk que no ha caído en poder de las fuerzas rusas
Aseguró que la “infraestructura crítica de la ciudad ha sido destruida en casi un cien por cien, mientras el 90% de las viviendas ha sufrido daños y, entre ellas, el 60% muestran un estado ruinoso”. “La ciudad está llena de cadáveres rusos, las calles están ardiendo; en el futuro, esto puede provocar el desarrollo de infecciones”, afirmó Gaidái.
El gobernador ordenó la suspensión de la evacuación de civiles de la ciudad después de ayer que el periodista francés de la cadena BFMTV Frédéric Lecrecq-Imhoff muriera alcanzado por la metralla en un autobús que se dirigía a recoger evacuados.
“Los combates han alcanzado máxima intensidad. Las tropas rusas estás disparando a lo largo de toda la línea del frente e intentan golpear con artillería en la profundidad de nuestra defensa”, declaró ayer en comparecencia de prensa el portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania, Oleksandr Motuzianik.
Junto con ello, agregó, las fuerzas rusas atacan en varios frentes, pero las “batallas más feroces tienen lugar en las direcciones de Severodonetsk, Bajmut y Kurakhiv”. “Somos optimistas sobre la situación, pero esta sigue siendo difícil”, admitió Motuzianik.
Mientras, el Estado Mayor de la Defensa Territorial de la autoproclamada república popular de Donetsk, afirmó que sus milicias, con el apoyo del Ejército ruso, continuaron avanzando hacia Sloviansk y ocuparon dos localidades, a 10 y 20 kilómetros al noreste de esa ciudad de poco más de 100.000 habitantes.
La captura de Sloviansk es clave para lanzar el asalto de Kramatorsk, un importante nudo ferroviario y el principal bastión militar ucraniano en el este del país, ya que se encuentra a apenas unos 10 kilómetros.
Si en el este del país la situación se complica vez más para las fuerzas ucranianas, en el sur han conseguido lanzar algunos contraataques e incluso obligar a las tropas rusas a replegarse en algunos sectores.
“En el curso de una ofensiva de las fuerzas de Defensa el enemigo sufrió bajas y se retiró de la localidad de Nikolaika de la región de Jersón”, informó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en su siglas en inglés), los ataques lanzados por las fuerzas ucranianas en la región de Jersón han alterado los planes de Rusia de ocupación del sur de Ucrania.
Ucrania insiste en su peticiones a Occidente de más armamento pesado necesario, en particular, tanques, artillería y lanzacohetes, para compensar la actual superioridad de Rusia en equipos bélicos.
Aunque, Estados Unidos y algunos de sus aliados han proporcionado a los militares ucranianos obuses de 155 milímetros y otros armamentos, el Gobierno de Kiev asegura que los volúmenes de estas entregas son insuficientes para cambiar el curso de la guerra.
El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó ayer que fueron destruidos varios obuses de 155 milímetros que habían sido suministrados por Italia a Ucrania.
La posición de los militares ucranianos que operaban estos obuses remolcables fue detectada desde el aire y destruida con fuego de artillería, señaló la cartera en un comunicado publicado en Telegram. El Ejército ruso aseguró que corroboró los resultados de su ataque por medio de un dron y publicó el correspondiente vídeo.
Moscú ha advertido en varias ocasiones que cualquier suministro de armamento a Ucrania será considerado como un “objetivo legítimo” del Ejército ruso. En este contexto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó ayer en declaraciones a la prensa estadounidense que Washington no enviará sistemas de misiles de largo alcance que puedan llegar hasta Rusia, una opción que, en los últimos días, se ha discutido en el Pentágono.
Mientras en el este de Ucrania se intensifican los combates, Rusia concentra tropas en la región rusa de Kursk, fronteriza con la región ucraniana de Sumy, en el noreste de Ucrania. “Debido a la situación en las zonas fronterizas el Ministerio de Defensa ha enviado a la región un gran número de efectivos”, dijo el gobernador de Kursk, Román Starovoit, citado por la agencia Interfax, en una reunión del Ejecutivo regional.
Agregó que a la región “ha llegado y llega armamento adicional: artillería y lanzaderas de cohetes”. “Todo esto, para garantizar la vida y la seguridad de los habitantes de la región”, apostilló Starovoit.
Mariúpol
El alcalde de Mariúpol, Vadim Boichenko, aseguró ayer que se están encontrando nuevas fosas comunes en la ciudad y estimó en unos 22.000 el número de cadáveres tras el paso de las fuerzas rusas.
Bajas rusas
Las Fuerzas Armadas de Ucrania cifraron ayer en más de 30.000 el número de militares rusos que han muerto desde el inicio de la invasión.
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Asimismo, Ucrania aseguró haber destruido 207 aviones, 174 helicópteros, 93 sistemas de defensa antiaérea, 2.258 vehículos y tanques de combustible, trece embarcaciones y 507 drones.