- Las tropas rusas están utilizando en su ofensiva en Ucrania “las armas no nucleares más pesadas”, como sistemas de lanzacohetes móviles de largo alcance capaces de portar ojivas termobáricas, según denunció ayer Mykhailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. El asesor publicó un vídeo en su cuenta de Twitter en el que mostraba el sistema ruso de lanzacohetes Solntsepek y las ojivas utilizadas, acompañado de un texto en el que subraya que “Rusia ya usa las armas no nucleares más pesadas contra Ucrania, quemando a la gente”.

Este sistema, según explica la agencia ucraniana Ukrinform, es una mejora de un antiguo sistema de lanzacohetes múltiple ruso de 220 mm capa de utilizar ojivas termobáricas y que puede montarse en el chasis de un tanque. “¿Quizás es hora de responder y darnos MLRS?”, se preguntaba Podolyak, en alusión a los sistemas de lanzacohetes móviles de largo alcance, después de indicar que algunos socios de Ucrania no han querido facilitar ese tipo de armas por miedo a una escalada en el conflicto.

En este contexto, al menos 4.031 civiles han muerto en la guerra de Ucrania y otros 4.735 resultaron heridos, indicaron ayer las estadísticas que diariamente actualiza la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. El cálculo, sin embargo, es parcial, ya que no se tiene acceso a muchas zonas de fuertes hostilidades, por lo que la cifra real podría ser mayor.

Entre los fallecidos confirmados hay al menos 995 mujeres y 261 niños, y entre los heridos son menores de edad 406, de acuerdo con el recuento de Naciones Unidas. La mayoría de las víctimas civiles se debieron a ataques con proyectiles de artillería pesada.

Por otro lado, más de 6,7 millones de personas se han visto obligadas a salir de Ucrania desde que Rusia comenzó su invasión el 24 de febrero, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que ha detectado también más de 2,1 millones de retornos a territorio ucraniano.

Naciones Unidas advierte de que la cifra de refugiados seguirá subiendo si no hay un alto el fuego e incluso en abril vaticinó que podrían abandonar Ucrania unos 8,3 millones de personas. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) tiene registrados ya más de ocho millones de desplazados internos.

En las últimas semanas, sin embargo, se ha detectado un aumento de los retornos, si bien ACNUR señala que por ahora “es demasiado prematuro sacar conclusiones sobre tendencias definitivas”. Así, en su página web recuerda que hay movimiento “pendular”, es decir, de personas que regresan temporalmente a Ucrania, y que la evolución es “muy volátil e impredecible”.

El dato de salidas, entretanto, sigue aumentando y acumula ya más de 3,5 millones sólo en la frontera polaca. En Rumanía, ACNUR registró 984.000 llegadas, frente a las 665.000 de Hungría, las 476.000 de Moldavia y las 451.000 de Eslovaquia. ACNUR también estima que hay ya más de 984.000 personas en Rusia.

l Guerra hasta fin de año. La inteligencia ucraniana considera que la guerra puede prolongarse al menos hasta finales de año pues Putin no está dispuesto a renunciar a sus planes de conquista. “Putin no renuncia a sus planes, esta guerra se prolongará“, dijo Vadym Skibitsky, funcionario de la inteligencia militar, en declaraciones de prensa.

Skibitsky sostuvo que Putin no escuchó a aquellos que trataron de disuadirlo de poner fin a la guerra y ahora tampoco a los que quieren detenerla.