- Rusia declaró ayer un nuevo alto el fuego para la evacuación de los civiles refugiados en la acería Azovstal de la sitiada ciudad ucraniana de Mariúpol, como gesto de buena voluntad ante las consultas hoy en Moscú con el secretario general de la ONU, António Guterres. “La Federación Rusa declara pública y oficialmente que no hay ningún obstáculo para que los civiles salgan de Azovstal, salvo la decisión de las propias autoridades de Kiev y de los comandantes de la formaciones nacionalistas de retener a civiles como escudo humano”, afirmó el general Mijaíl Mizíntsev, el jefe del centro de Control de Defensa Nacional de Rusia.

Al mismo tiempo, Moscú volvió a poner en duda la presencia civiles en las “catacumbas” de Azovstal, donde se refugiarían en torno a un millar de personas, incluidos mujeres y niños, según Kiev.

Guterres mantendrá hoy consultas sobre la campaña militar rusa en Ucrania con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, tras lo que será recibido por el presidente, Vladímir Putin, según informó el Kremlin.

El alto el fuego entró en vigor a las 13.00 horas, pero el comunicado castrense no precisó cuándo expirará. Las unidades de las Fuerzas Armadas de Rusia y las milicias de la república popular de Donetsk prometieron retirarse a una distancia razonable y permitir la evacuación de civiles “en la dirección que ellos elijan”.

Rusia, que destacó que el corredor humanitario está abierto las 24 horas desde hace más de un mes, exigió a las autoridades ucranianas que “de manera inmediata ordenen a los comandantes de las formaciones nacionalistas que los pongan en libertad”.

El comunicado adelantó que el anuncio de alto el fuego para permitir la evacuación sería leído cada 30 minutos por altavoces para que pueda ser oído en el interior de la planta. “La disposición de la parte ucraniana a comenzar la operación humanitaria debe ser confirmada con la exhibición de banderas blancas en el perímetro o al menos en algunos sectores de Azovstal”, explicó Mizíntsev.

Como en anteriores ocasiones, Iryna Vereshchuk, viceprimera ministra ucraniana, reconoció poco después que ambos bandos “lamentablemente” no habían llegado a un acuerdo. Subrayó que un corredor humanitario anunciado unilateralmente por una de las partes en conflicto no puede ser considerado seguro para los evacuados. “Esto sería posible de creer si los rusos no hubieran saboteado en muchas ocasiones los corredores humanitarios”, subrayó.

Recordó que Kiev pidió a Guterres que se convierta en iniciador y garante del corredor que permita la evacuación segura de los civiles de Azovstal, último bastión de la resistencia ucraniana en el puerto bañado por el mar de Azov. “Confiamos en que las negociaciones del secretario general de la ONU con representantes rusos den resultados”, agregó.

Hace unos días, Putin canceló la orden de asaltar Azovstal, cercada desde hace varias semanas, con el fin de minimizar las bajas en las filas del Ejército ruso.

Antes de llegar a Moscú, Guterres se reunió en Ankara con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que se ha presentado como mediador en el conflicto. Ambos subrayaron la “necesidad urgente” de que haya acceso a los corredores humanitarios para evacuar a civiles y suministrar ayuda a las comunidades afectadas por el conflicto, según informó Naciones Unidas en un comunicado. “El objetivo común es poner fin a la guerra cuanto antes y crear las condiciones para terminar con el sufrimiento de los civiles”, señala la nota.

Guterres apoyó los esfuerzos mediadores de Turquía, que ha albergado varias reuniones en las que llegó a discutirse un posible plan de paz, pero ahora mismo las negociaciones están congeladas.

El dirigente de Naciones Unidas, que se reunirá el jueves en Kiev con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha pedido repetidamente un cese de las hostilidades y la semana pasada buscó una tregua humanitaria coincidiendo con la Pascua ortodoxa, pero no obtuvo respuesta por parte rusa.

Por su parte, el embajador ruso en EEUU, Anatoli Antónov, envió una nota a Washington para protestar contra el suministro de armamento a Kiev. “800 millones de dólares es la cantidad de armamento que Washington suministrará a Kiev. Es una cifra enorme y no contribuye a la busca de una solución diplomática”, dijo Antónov. En su opinión, el objetivo de EEUU es “elevar la apuesta, agravar aún más la situación, ver más bajas”.

“Hemos insistido en que es inadmisible una situación en la que Estados Unidos atiborra de armas a Ucrania. Hemos exigido el fin de esta práctica”, insistió el embajador ruso en Washington.

Refugiados

Decenas de miles de ucranianos continúan huyendo de su país diariamente después de dos meses de invasión rusa, y este éxodo ascendió ayer a 5,2 millones, unos 20.000 más que en la jornada anterior, de acuerdo con las cifras actualizadas de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Polonia, principal destino de estos refugiados, acoge ya a 2,9 millones de ucranianos.

Estaciones tren

El Ejército ruso atacó ayer cinco estaciones de tren en el centro y el oeste de Ucrania, lo que confirma el intento de Moscú de “destruir sistemáticamente” las infraestructuras del país, que sirve además para la huida de los civiles de la guerra.