- El Papa condenó ayer la “agresión armada de estos días” en alusión a la guerra en Ucrania, de la que manifestó que, como todos los conflictos bélicos, representan “un ultraje a Dios” y una “traición blasfema al Señor de la Pascua”. “La agresión armada de estos días, como toda guerra, representa un ultraje a Dios, una traición blasfema del Señor de la Pascua, un preferir el falso dios de este mundo a su rostro manso. Siempre la guerra es una acción humana para llevar a la idolatría del poder”, lamentó.

“La paz que Jesús nos da en la Pascua no es la paz que sigue las estrategias del mundo, que cree poder obtenerla mediante la fuerza, la conquista y las diversas formas de imposición. Esta paz, en realidad, es sólo un intervalo entre guerras”, aseveró Francisco durante la audiencia general de este miércoles, previa al Triduo Pascual.

Por otro lado, el embajador ucraniano ante la Santa Sede, Andrii Yurash, incidió ayer en “las dificultades” y “las posibles consecuencias” de que dos mujeres, una ucraniana y una rusa, lleven juntas la Cruz en una de las 14 estaciones del Vía Crucis este Viernes Santo en el Coliseo.

En un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, Yurash manifestó que entiende y comparte “la preocupación general” que ha generado en Ucrania y en muchas otras comunidades la idea “de poner juntas mujeres ucranianas y rusas llevando la Cruz durante el Viernes Santo del Coliseo”. “Ahora trabajamos en la cuestión, intentado explicar las dificultades de su realización y las posibles consecuencias”, agregó.

Por su parte, el nuncio Apostólico en Ucrania, el arzobispo Visvaldas Kulbokas, señaló que él no hubiera organizado la oración de esta manera. “La reconciliación debe llegar cuando se detenga la agresión. Sabemos que la reconciliación se produce cuando el agresor admite su culpa y se disculpa”, aseveró.