- El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, aprovechó ayer su estancia en Polonia, frontera con Ucrania, para lanzar una seria advertencia a su homólogo ruso, Vladímir Putin, al que calificó de “carnicero” y de quien dijo, por primera vez, que “no puede permanecer en el poder”. Además, y en un tono muy serio, avisó a Rusia que se atenga a las consecuencias si sus tropas “pisan un solo centímetro de suelo de la OTAN”. Biden realizó estas declaraciones al término de una intensa jornada en la que se entrevistó con altos dirigentes ucranianos, en concreto los ministros de Exteriores y Defensa de Zelenski.
En su discurso en el Palacio Real de Varsovia, Biden dijo que Putin “no puede permanecer en el poder”, aunque después la Casa Blanca aseguró que no estaba pidiendo un cambio de Gobierno en Rusia. “Por el amor de Dios, este hombre no puede permanecer en el poder”, afirmó. Después del discurso, un alto funcionario de la Casa Blanca, que pidió el anonimato, quiso matizar esas palabras . “El punto que el presidente quería subrayar es que no se puede permitir que Putin ejerza su poder sobre sus vecinos en la región”, indicó esa fuente.
Lo cierto es que el discurso de Biden estuvo plagado de acusaciones contra Putin, al que calificó de “dictador” -ante la prensa le tildó de “carnicero”-, y consideró “obscenas” sus alegaciones de que la invasión a Ucrania trata de “desnazificar” ese país. “Putin tiene el descaro de decir que está desnazificando Ucrania. Es una mentira, es cínico, él lo sabe. También es obsceno”, dijo Biden, que consideró que “simplemente no hay justificación” para la decisión que Rusia ha tomado de librar una guerra en Ucrania.
Consideró, además, que la guerra en Ucrania se ha convertido en un “fracaso estratégico para Rusia” en su primer mes y ha hecho que el rublo se reduzca a “escombros” con una gran caída en su valor. Dirigiéndose al pueblo ruso, afirmó que ellos “no son el enemigo” de Estados Unidos y que toda la “culpa” recae sobre Putin, al que acusó de haber devuelto a su país “al siglo XIX”.
En otro momento de su alocución, Biden avisó a Putin de que habrá consecuencias si sus tropas se adentran un solo centímetro dentro del territorio de la OTAN. “Ni piense en moverse un solo centímetro dentro del territorio de la OTAN”, advirtió.
El presidente estadounidense afirmó que su país tiene del deber “sagrado” de defender “cada centímetro” del territorio de la OTAN en función del artículo 5 de su tratado fundacional, que establece que un ataque en un estado de la Alianza Atlántica es un ataque en todos.
El gobernante norteamericano reconoció que la guerra en Ucrania no durará ni días ni meses y pidió a Occidente que se arme de “valor” para un largo conflicto. “En esta batalla, debemos tener los ojos abiertos: esta batalla no se ganará en días y meses. Necesitamos armarnos de valor para la larga lucha que tenemos por delante”, aseveró.
Durante todo su discurso Biden quiso dejar claro la gravedad de la guerra en Ucrania y vinculó su desenlace al futuro de la democracia y del orden liberal global, que se estableció tras el final de la Segunda Guerra Mundial con el fin de establecer normas internacionales que evitaran otro gran conflicto.
Biden acusó a Putin de haber “estrangulado” a la democracia tanto dentro las fronteras de Rusia como fuera y consideró que la “batalla por la democracia” no terminó con el fin de la Guerra Fría. “Todas las democracias del mundo tienen la responsabilidad de ayudar, todas ellas”, subrayó el mandatario.
Horas antes, Biden se había reunido con los ministros de Exteriores y de Defensa ucranianos, Dmitro Kuleba y Oleksii Réznikov, respectivamente. En el encuentro, en el que también participaron los secretarios de Estado y Defensa de Estados Unidos, Antony Blinken y Lloyd Austin, Biden puso a los ministros al día de las cumbres en las que participó el jueves en Bruselas, incluida la de la OTAN, y destacó que Estados Unidos ya proporciona a Ucrania “una asistencia militar y humanitaria significativa”, según una nota oficial. Asimismo, detalló durante el encuentro las medidas que está tomando para “conseguir que el presidente Putin rinda cuentas por la agresión brutal de Rusia”, incluidas las nuevas sanciones a oligarcas, políticos y empresas de defensa rusas que anunció el jueves en Bruselas.
Tras la reunión, Réznikov expresó un “optimismo cauto” sobre el futuro de la asistencia estadounidense a Ucrania, y aseguró en un tuit que Biden le había dicho: “Ucrania ha inspirado al mundo entero”. Por su parte, el titular de Exteriores , Kuleba, aseguró que habían recibido “más promesas de Estados Unidos sobre cómo evolucionará la cooperación de seguridad”, y que ven a Washington dispuesto a imponer más sanciones a Rusia.
En respuesta, el Kremlin sostuvo que los insultos de Biden a Putin reducen la posibilidad de mejorar las relaciones entre Washington y Moscú.
“Un líder debe mantener la calma. Y, por supuesto, esos insultos personales reducen la oportunidad de mejorar nuestras relaciones bilaterales.”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a la agencia oficial TASS.
Leópolis
Un ataque ruso con misiles sobre Leópolis, en el oeste de Ucrania y a unos 90 kilómetros de la frontera con Polonia, causó ayer al menos cinco heridos, confirmaron las autoridades regionales. Las detonaciones se produjeron al noreste del ciudad, según el portal ucraniano Ukrinform.
Mariúpol
Las autoridades de Mariúpol denunciaron ayer la deportación masiva de médicos y pacientes que se habían refugiado en el sótano de un hospital de esa ciudad, bajo el asedio de la tropas rusas.
Autoridades locales informaron de la detención de unas 700 personas, de las cuales un número no precisado fue deportado en dirección desconocida.
Kiev
El jefe de la policía de la región de Kiev, Andrei Nebitov, informó de un nuevo bombardeo con artillería en localidades de esta región, que habría causado heridas a varios civiles, entre ellos un niño, informó Ukrinform.
Odesa
Tras un mes cerrado por la guerra, el zoo de Odesa reabrió ayer sus puertas, en un horario reducido y a petición popular, para dar a los odesitas que quedan en la ciudad un sabor de normalidad. En zoo viven alrededor de 1.500 animales de 238 especies.