El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, remarcó este jueves que considera que Rusia ha cometido crímenes de guerra durante su invasión de Ucrania, iniciada hace tres semanas y que ha provocado ya más de tres millones de refugiados.
"Ayer el presidente (Joe) Biden dijo que se habían cometido crímenes de guerra en Ucrania. Personalmente, estoy de acuerdo", afirmó Blinken en una rueda de prensa en el Departamento de Estado antes de recordar que "atacar a civiles de manera intencionada es un crimen de guerra".
Este jueves las tropas rusas se centraron en el flanco este en su ofensiva militar en Ucrania, particularmente en la región de Járkov, mientras no quitan ojo de la asediada Mariúpol y envían refuerzos desde sus bases en otros países y Siberia, según fuentes de inteligencia occidentales.
"El avance de hoy ha sido de 10 kilómetros", señaló en una comparecencia el portavoz del Ministerio de Defensa, Ígor Konashénkov, quien aseguró que las fuerzas rusas tomaron el control de Novamayorske y Prechistovka, en el este ucraniano.
El Ministerio de Defensa de Rusia no mencionó en su último parte militar la región de Járkov, donde hoy fallecieron en Merefa al menos 21 personas y otras 25 resultaron heridas en un ataque con artillería pesada, según la Oficina de la Fiscalía regional.
De acuerdo con la Rada Suprema ucraniana (Parlamento), además estaba en llamas el "mayor mercado de Europa" en Járkov, y en Derhachi fallecieron al menos seis personas en otro ataque, según el alcalde, Vyacheslav Zadorenko.
Mariúpol, ciudad de casi 450.000 habitantes a orillas del mar interior de Azov, está sufriendo un bloqueo desde hace 16 días, y hay en su entorno entre 12.000 y 14.000 soldados rusos, según el diputado Sergiy Taruta.
La alcaldía de Mariúpol, urbe clave para el corredor terrestre que, según Kiev, Rusia quiere construir desde el Donbás a la anexionada península de Crimea, indicó en su cuenta de Telegram que más de 350.000 residentes continúan en una situación crítica en refugios, ya que "entre 50 y 100 bombas caen cada día sobre la ciudad".
Según el consistorio, aproximadamente el 80 % del parque de viviendas de la ciudad ha quedado destruido.
Unos 30.000 ciudadanos logran salir de Mariúpol
Pese a ello, en los últimos dos días, los residentes de Mariúpol comenzaron a abandonar la ciudad en transporte privado hacia Berdiansk y luego a Zaporiyia. En total, unos 6.500 coches escaparon del asedio, según la alcaldía, lo que suma unas 30.000 personas.
La resistencia ucraniana ante la "operación militar especial" de Rusia va acorde al plan establecido según el Kremlin pero registra pocos avances según Kiev y Occidente, lo que obligaría a Moscú a reforzar a sus soldados en Ucrania y a reemplazar a los fallecidos, según el Ministerio británico de Defensa.
"Rusia está redistribuyendo fuerzas desde lugares tan lejanos como su Distrito Militar Oriental (Siberia), la Flota del Pacífico y Armenia. También busca cada vez más explotar fuentes irregulares, como compañías militares privadas, mercenarios sirios y otros", afirma Londres.
También lo haría desde el territorio separatista georgiano de Osetia del Sur, reconocido por el Kremlin, según dijo en su cuenta de Telegram Eduard Kokoiti, expresidente de esta república.
"Nuestro chicos se van a Ucrania para aplastar a los nazis que aterrorizan a su pueblo. Están fuertemente motivados. He hablado con muchos de ellos. Van a vengarse de nuestros hermanos", escribió.
De acuerdo con la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, el pasado día 15 aproximadamente 150 mercenarios sirios fueron enviados a Rusia para participar en la llamada "operación militar especial".
Mientras tanto, continúan los esfuerzos internacionales por lograr un alto el fuego en Ucrania, aunque Moscú rechazó hoy cumplir la medida cautelar dictada por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que le exige suspender inmediatamente la operación militar.
Ello cuando los ucranianos que han huido de su país ascienden ya a 3,16 millones, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Mediación turca
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, habló hoy de nuevo con el líder ruso, Vladímir Putin, a quien invitó a Ankara o Estambul para reunirse en persona con el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, a fin de alcanzar un cese al fuego.
Su ministro de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, a su vez se reunió hoy en Leópolis con su homólogo ucraniano, Dmitro Kuleba, quien advirtió que el borrador del acuerdo para detener la campaña rusa sólo refleja hasta ahora las demandas de Moscú y pidió que Turquía esté entre los países garantes de un eventual pacto.
El Kremlin a su vez calificó de "incorrecta" en general la información del plan de paz de 15 puntos que negociaría Rusia con Ucrania para un alto el fuego, la retiradas de las tropas y un estatus de neutralidad de Kiev con respecto a la OTAN, además del reconocimiento del Donbás y de Crimea como parte de Rusia.
El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, afirmó que "el trabajo continúa", en tanto que el asesor de la Oficina del Presidente de Ucrania, Mykhailo Podolyak, escribió en su cuenta de Twitter este jueves que "las negociaciones son complicadas" y "las posturas de las partes diferentes".
"Para nosotros hay cuestiones fundamentales inviolables", añadió.
En Moscú, la portavoz de Exteriores, María Zajárova, llamó a Kiev a pensar en el destino del país y de su gente y "tomar las decisiones correspondientes".
Precisamente hoy, Putin consideró la anexión en 2014 de la península ucraniana de Crimea a través de un referéndum separatista no reconocido internacionalmente como "oportuna" a la vista lo que ha ocurrido desde entonces en Ucrania.
Ahora, añadió, "basta con observar lo que ocurre en el Donbás y todo se vuelve claro", dijo tras esgrimir en febrero un supuesto "genocidio" de parte de Ucrania contra los habitantes prorrusos en el este del país.