- Ucrania comenzó ayer a evacuar a los primeros ciudadanos de Sumy, en el noreste del país, y continuó el traslado de civiles de Irpin, en la región de Kiev, pero no pudo hacerlo en Mariúpol, a orillas del mar interior de Azov, debido a los ataques de las tropas rusas.

Después de tres días consecutivos de intentos de evacuación frustradas, Ucrania y Rusia se pusieron ayer finalmente de acuerdo ayer para abrir un corredor humanitario de Sumy a Poltava, en el este del país, una ruta notificada previamente al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). La viceprimera ministra ucraniana y ministra para la Reintegración de los Territorios Temporalmente Ocupados, Iryna Vereshchuk, explicó que no se había acordado ninguna otra ruta, después de que Rusia propusiera ayer de nuevo corredores humanitarios con destino a Rusia.

Señaló que la propuesta que ha transmitido Ucrania a Rusia y al CICR establece las siguientes rutas: Volnovaja-Zaporiyia, Mariúpol-Zaporiyia, Kiev y la región de Kiev, hacia el oeste ucraniano, y Járkov y la región de Járkov también hacia el oeste. Poco después empezaron a partir autobuses desde Zaporiyia a Mariúpol para recoger a civiles y llevar ayuda humanitaria, en una misión que se frustró poco después.

La evacuación de Sumy comenzó a primera hora de la mañana con una columna de 20 autobuses llenos de ciudadanos, especialmente estudiantes extranjeros de la India, que ya llegó a Poltova. A lo largo del día se temió que el proceso tuviera que ser suspendido. Sumy fue la noche del lunes objeto de un ataque ruso contra edificios residenciales, en el que hubo varias víctimas mortales, entre ellas dos niños. Una segunda columna de más de 35 autobuses salió por la tarde de la ciudad -de casi 270.000 habitantes- con más de 600 personas en su interior.

Más de 300 kilómetros al oeste, en la región de Kiev, continuaba la evacuación de la población de Irpin, donde la huida de la ciudad de casi 43.000 habitantes asediados por las fuerzas rusas se produce lentamente. Ayer, más de 150 personas fueron evacuadas, según Emergencias, que recalcó que el trabajo continúa. En total, se asistió a casi 3.000 personas, agregó, que han tenido que abandonar la ciudad a través de un puente destruido.

El pasado domingo una familia de cuatro miembros murió durante el proceso de evacuación cuando las fuerzas rusas dispararon contra civiles, según el alcalde, Oleksandr Markushin, quien indicó que fallecieron al menos ocho personas.

Pese a los ataques, la Policía y el Ejército pudieron sacar entre el lunes y el domingo a unas 400 personas, incluidos 50 niños.

Donde se frustró de nuevo la evacuación fue en Mariúpol, ya que las tropas rusas comenzaron el ataque justo en la dirección del corredor humanitario.

Mariúpol está totalmente bloqueada por las fuerzas rusas desde hace más de una semana y el alcalde, Vadim Boychenko, ha afirmado en varias ocasiones que la ciudad se encontraba al borde de una “catástrofe humanitaria”, ya que se quedó sin electricidad, calefacción y agua debido a los constantes bombardeos del Ejército ruso. De hecho, en Mariúpol, por primera vez en décadas, probablemente la primera vez desde la invasión nazi, un niño murió de deshidratación. “Escuchadme hoy, queridos socios [a los occidentales] el niño murió de deshidratación ¡en 2022!”, dijo el presidente ucraniano.

El mandatario se mostró especialmente duro con Occidente, al afirmar que Ucrania lleva “trece días escuchando promesas, trece días que nos están diciendo que habrá ayuda en el cielo, que habrá aviones, que nos los darán”. La culpa de cada muerte y de ciudades bloqueadas “es de los ocupantes, pero la responsabilidad de esto también recae en aquellos que, en algún lugar de Occidente, no han podido tomar una decisión necesaria”, recalcó.

Entre 2.000 y 4.000 bajas. Estados Unidos estima que entre 2.000 y 4.000 soldados rusos han muerto en combate desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania y prevé que las próximas semanas de guerra serán “muy duras”. El dato lo dio a conocer el director de Inteligencia del Pentágono, general Scott Berrier, ante un comité de la Cámara Baja de Estados Unidos. La semana pasada, el Ministerio de Defensa de Rusia informó, sin embargo, de 498 bajas en las filas rusas.