- El contingente de un millar de soldados estadounidenses, con los que la OTAN busca reforzar su capacidad de disuasión en la región del Mar Negro ante los avances de Rusia, comenzó a desplegarse ayer en la base aérea rumana de Mihail Kogalniceanu, situada a menos de 500 kilómetros de la flota militar rusa en la península de Crimea. “En estos momentos, un millar de militares de Estados Unidos se están desplegando en esta base, lo que eleva el número total de soldados estadounidenses aquí a casi 3.000”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, durante una visita a la base.

Estos soldados estaban hasta ahora estacionados en Alemania y se suman a militares de EE.UU., Italia y Alemania que ya trabajaban con el ejército rumano en el flanco suroriental de la OTAN.

Mientras, otros 1.700 soldados de Estados Unidos han empezado a llegar a Polonia para reforzar la frontera noreste de la Alianza.

El secretario general de la Alianza se refirió al traslado de tropas a la base aérea rumana como “una demostración de unidad trasatlántica”. “Nunca habrá en la OTAN aliados de primera y aliados de segunda”, señaló el noruego, que insistió en que la seguridad del Mar Negro es de “importancia estratégica vital”.

Este despliegue de nuevas tropas se produce semanas después de que el Kremlin exigiera a la OTAN su retirada de Rumanía y Bulgaria como una de las “garantías de seguridad” que en su opinión permitirían una desescalada en Ucrania.

Tanto la OTAN como Rumanía y Bulgaria rechazaron de forma inequívoca esta petición y aseguraron que la presencia de tropas e infraestructuras occidentales en esos territorios tiene una finalidad puramente defensiva.

El secretario general de la OTAN volvió a acusar a Rusia de ser “el agresor” e instó a Moscú a aceptar una salida diplomática a la crisis, al tiempo que advirtió del “riesgo real” de “un conflicto armado” en Europa. “Existe el riesgo de una invasión a gran escala”, declaró, sin descartar la posibilidad de que se produzcan otros “actos de agresión” como “ciberataques híbridos” o incluso “intentos de derrocar al Gobierno de Kiev”.

El noruego justificó estas afirmaciones en el hecho de que Rusia sigue acumulando tropas a gran escala en la frontera con Ucrania. “Hemos visto la retórica amenazante de la parte rusa y sabemos que hay numerosos agentes de inteligencia rusos operando dentro de Ucrania”, explicó.