- El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, advirtió ayer del riesgo de una invasión inminente de Moscú en Ucrania, un aviso que llegó al mismo tiempo que Rusia y Bielorrusia intensificaron sus ejercicios militares conjuntos con pruebas para repeler un ataque aéreo con fuego real.
Ante este peligro de confrontación, el presidente estadounidense, Joe Biden, mantuvo ayer una llamada conjunta para coordinar la estrategia sobre la crisis en Ucrania y promover una respuesta basada en la “diplomacia y la disuasión”. En la llamada participaron el canciller de Alemania, Olaf Scholz; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el primer ministro británico, Boris Johnson; su homólogo canadiense, Justin Trudeau, y el primer ministro italiano, Mario Draghi. Todos países miembros de G7 salvo Japón. También fueron consultados los presidentes de Polonia, Andrzej Duda, y de Rumanía, Klaus Iohannis, además del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Las maniobras de Rusia y Bielorrusia pasan por ensayar cómo aniquilar grupos de sabotaje, ejercicio que, como el de emplear fuego real, preocupa a Occidente por su cercanía con Polonia y Lituania, pero sobre todo con Ucrania. El Ministerio de Defensa de Bielorrusia indicó que las maniobras Determinación aliada-2022 de este viernes tienen lugar en cinco campos de entrenamiento del país.
Moscú y Minsk han defendido la “transparencia” de las maniobras conjuntas, que no rebasarían los límites contemplados por los acuerdos internacionales, al tiempo que acusan a la OTAN de más que duplicar sus ejercicios en el último año y ampliar su presencia militar cerca de las fronteras de ambos países.
La Casa Blanca denunció que Rusia ha desplegado ya 5.000 soldados rusos en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, y que planea incrementar esa cifra hasta los 30.000 hombres, lo que hace temer un ataque ruso contra Ucrania desde la frontera sur bielorrusa.
Ese temor fue expresado por Antony Blinken, que fue más lejos y advirtió de que Rusia podría invadir Ucrania “en cualquier momento, incluso durante los Juegos Olímpicos”, que se celebran hasta el próximo día 20 en Pekín.
El secretario de Estado, que pronunció estas palabras en Australia tras reunirse con sus homólogos de la India, Japón y Australia, recalcó que todos los ciudadanos estadounidenses que estén en suelo ucraniano “deberían irse ahora”, ante el riesgo de que estalle un conflicto bélico, una petición que ya había formulado horas antes por televisión el presidente Joe Biden.
Blinken alertó de que trabajan en medidas de disuasión y defensa y que Moscú afrontará “consecuencias masivas” si decide invadir Ucrania, incluidas sanciones económicas, limitaciones a las exportaciones y un aumento de las capacidades militares de Ucrania y la OTAN.
Mientras, Ucrania se mostró a favor de continuar las negociaciones tras la reunión de los asesores de los líderes del Formato Normandía (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania) para el arreglo del conflicto en el Donbás, el este ucraniano, celebrada ayer en Berlín.
El representante ruso, Dmitri Kozak, declaró que las consultas concluyeron sin “resultados palpables”. Según Kozak, subjefe de la Administración de la Presidencia de Rusia, Ucrania se niega a tener en cuenta la opinión de los representantes de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en lo que se refiere al “futuro estatus” de esos territorios.
Indicó, asimismo, que Alemania y Francia comprenden la posición de Rusia en cuanto a la necesidad de diálogo, pero añadió que en la reunión no vio su disposición a “manifestar suficiente firmeza y presionar a Kiev en este asunto”.
Por su parte, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, pidió ayer a Occidente que contribuya a la desescalada de las tensiones en Europa y que los países dejen de suministrar armas a Ucrania. “Por nuestra parte, también nos gustaría proponer contribuir a reducir esta tensión y dejar de atiborrar de armas a Ucrania. Vienen de todos lados, se está haciendo públicamente. Se está haciendo de manera demostrativa. No está del todo claro por qué”, señaló el titular de Defensa al inicio de su reunión con su homólogo británico, Ben Wallace. Además, pidió, al ministro británico de Defensa que le explique por qué su país envió “sus fuerzas a Ucrania y cuánto tiempo estarán allí”.
Shoigú sostuvo ante Wallace que la situación en el continente europeo es cada vez más tensa, pero que no es culpa de Rusia. “Estoy encantado de que usted haya venido a Moscú para que vea que la situación militar y política en Europa es cada vez más tensa y no es nuestra culpa para nada”, señaló.
“La invasión puede ser en cualquier momento, incluso durante los Juegos Olímpicos”
Secretario de Estado de EE.UU.
“La situación militar y política en Europa es cada vez más tensa y no es por nuestra culpa”
Ministro de Defensa de Rusia