- Xi Jinping y Vladímir Putin, presidentes de China y Rusia, cerraron ayer filas frente a Occidente y se comprometieron a afrontar juntos lo que consideran “amenazas a la seguridad” tras reunirse horas antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en la capital china. La reunión tuvo lugar en la Residencia de Huéspedes de Estado Diaoyutai y comenzó con Xi y Putin saludándose por gestos, sin darse la mano, pero sin usar tampoco mascarilla, y terminó con una declaración conjunta tras conversaciones que fueron calificadas como “francas” y “amigables” por la Cancillería china.
Con la crisis en torno a Ucrania y las tensiones a cuenta de Taiwán -cuya soberanía reclama China- bajo la mesa, Xi cerró filas en torno a su aliado y destacó que China y Rusia van a profundizar su coordinación estratégica “sin descanso” y que también van a afrontar juntos lo que denominó “injerencias externas” y “amenazas a la seguridad regional”. “Esto es algo que no ha cambiado y no cambiará. Nosotros respetamos la soberanía del otro, así como sus intereses de seguridad y de desarrollo”, dijo Xi al reunirse en persona -por primera vez en dos años- con Putin, en medio de los crecientes roces de ambos países con Estados Unidos.
El presidente ruso celebró igualmente que las relaciones bilaterales gocen ahora de una cercanía “sin precedentes”, y destacó que ve en el país asiático su socio estratégico “más importante” y “un amigo afín”.
Tras la reunión, ambos países emitieron un comunicado conjunto en el que auto proclamaron la entrada de las relaciones internacionales “en una nueva era” y expusieron sus posiciones comunes en asuntos como “democracia, orden, desarrollo y seguridad”.
Aunque el texto no citaba explícitamente ni a Estados Unidos o a la crisis en Ucrania, sí denunció que “un pequeño número de fuerzas en la comunidad internacional sigue obstinada en promover el unilateralismo y en interferir en los asuntos de otros países”. “Lo que hacen es socavar los legítimos derechos e intereses de otros países, además de crear fricciones y enfrentamientos, lo cual impide el desarrollo. La comunidad internacional no va a aceptar esto más”, señalaba la nota.
El texto mostraba su preocupación por el acuerdo de defensa AUKUS entre EEUU, Australia y Reino Unido, que tiene la mirada puesta en el Indo-Pacífico, e incidía en que “China y Rusia se oponen a una mayor expansión de la OTAN”. En suma, solicitaban al bloque que abandone lo que consideran “mentalidades propias de la ‘guerra fría’” y que “respete los intereses y la soberanía de otros países”.
Xi argumentó que la coordinación entre China y Rusia es del todo necesaria “dados los profundos y complejos cambios que está experimentando el panorama internacional”. “Hemos participado ya activamente en la reforma y la construcción del sistema de gobernación global, practicado el multilateralismo y salvaguardado el verdadero espíritu de la democracia. Jugamos un papel esencial a la hora de unir a la comunidad internacional para superar las dificultades”, advirtió el líder chino.
El mandatario enfatizó que la Organización para la Cooperación de Shanghái (OCS), organismo de integración regional en materia militar y de seguridad, debe tomar “una perspectiva a largo plazo” y remar “en la dirección adecuada”, para así “defender la seguridad y los intereses comunes de los estados miembro”.
Por su parte, el mandatario ruso recordó que desde que ambos están en el poder “China y Rusia se han apoyado mutuamente en todo tipo de materias”, incluyendo la política exterior y el desarrollo económico, y que los lazos son “un modelo de lo que deben ser las relaciones internacionales en el siglo XXI”.
Según Putin, que China y Rusia profundicen sus relaciones tiene como objetivo “salir en defensa de sus intereses comunes”, pero también es importante en pro de la seguridad “en todo el mundo”.
Al margen, los dos dirigentes acordaron poner en marcha una hoja de ruta para lograr una “alta calidad” en el comercio bilateral -que alcanzó el año pasado la cifra récord de 150.000 millones de dólares-, así como aumentar la cooperación en campos como la agricultura, la economía digital o la sanidad. “Debemos garantizar la estabilidad de la cadena de suministro global”, dijo Xi a Putin, y agregó que los dos países deben apostar por la cooperación en proyectos de energía, ante lo cual el dirigente ruso aseguró que “la cooperación energética aumentará con un mayor suministro de gas natural de Rusia a China”.
Putin deseó igualmente que China albergue unos Juegos de Invierno “del más alto nivel”, y destacó que su presencia en la ceremonia de inauguración “es una muestra más de las cercanas relaciones” entre los jefes de Estado de las dos potencias.
A la inauguración, además de Putin, acudieron los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Ecuador, Guillermo Lasso; y Egipto, Abadelfatah al Sisi. También están presentes el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Los Juegos están marcados por el boicot diplomático impulsado por Estados Unidos en respuesta a los supuestos abusos de los derechos humanos en China -que su Gobierno niega- y al que se han sumado países como el Reino Unido, Australia o Canadá.