Al menos 10 personas murieron y más de 500 se vieron desplazadas debido a las fuertes lluvias que sacudieron la capital de Madagascar, Antananarivo, la noche del lunes al martes, confirmó hoy la Oficina Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres (BNGRC, por sus siglas en francés).
El alcalde de Antananarivo, Naina Andriatsitohaina, afirmó que la ciudad "está inundada" y señaló que los equipos metropolitanos de emergencia se han desplegado para atender a los afectados, según declaraciones recogidas este miércoles por medios locales.
La BNGRC indicó que las fuertes lluvias también provocaron el derrumbe de al menos tres inmuebles en la capital malgache, así como el corte de carreteras y la inundación de campos de cultivo de arroz y varios edificios públicos, como el del Ministerio de Asuntos Exteriores y un centro destinado al tratamiento de la Covid-19.
Desde el pasado día 17, fuertes lluvias y tormentas eléctricas han estado sacudiendo el norte de Madagascar y su capital, provocando inundaciones y deslizamientos de tierra.
Además, este lunes, el Centro Meteorológico Regional Especializado en el Océano Índico advirtió que aún existen altas posibilidades de que se desarrollen ciclones a finales de esta semana debido la influencia de un flujo monzónico en Madagascar.
Este escenario contrasta con la prolongada sequía que asola el sur de Madagascar desde hace un año -la más severa de los últimos cuarenta años-, donde más de 1,1 millones de personas no pueden comer lo que necesitan debido a la ausencia de lluvias.
A finales de 2021, la ONU advirtió de que el sur de Madagascar estaba acercándose a la primera "hambruna provocada por la crisis climática".
Según las previsiones meteorológicas recogidas por la Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambrunas (FEWS NET), una organización con base en los Estados Unidos, las precipitaciones se mantendrán por debajo de la media en el suroeste de Madagascar hasta por lo menos el próximo mes de marzo.