El Gobierno del Reino Unido anunció este martes que retirará a partir de la próxima madrugada a todos los países de su lista roja de destinos de viaje, al considerar que ha perdido efectividad para ralentizar la expansión de la variante ómicron del coronavirus.
El ministro de Sanidad, Sajid Javid, indicó en el Parlamento que se mantendrá sin embargo la obligación de someterse a test de coronavirus antes y después de viajar al Reino Unido.
Londres había agregado a su lista roja en las últimas semanas a 11 países africanos, entre ellos Suráfrica, Nigeria y Mozambique. Esa medida vetaba la entrada a viajeros sin nacionalidad o residencia británica, y les obligaba a mantener una cuarentena de diez días en un hotel.
La transmisión comunitaria de la nueva variante en el Reino Unido y el resto del mundo hace que la lista roja sea "menos efectiva a la hora de la ralentizar la incursión de la ómicron desde el extranjero", dijo el ministro.
Con todo, los viajeros continuarán teniendo que someterse a una prueba de covid-19 en las 48 horas previas a su partida hacia Inglaterra, así como a otro test PCR dos días después de su llegada.
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA, en inglés) estima que este lunes se contagiaron unas 200.000 personas con al variante ómicron en el Reino Unido, aunque la cifra oficial de casos confirmados con un test fue ayer de 54.661.
Javid argumentó ante la Cámara de los Comunes que "los científicos nunca han visto una variante de la covid-19 capaz de extenderse tan rápido".
El ministro argumentó que incluso si la ómicron produce síntomas más leves que otros linajes, su expansión descontrolada amenaza con saturar el sistema público sanitario del Reino Unido.
Para evitar ese escenario, defendió ante los parlamentarios la reintroducción de las mascarillas en gran parte de los espacios públicos interiores, así como el uso del "pasaporte" covid en discotecas y eventos multitudinarios.
El Parlamento aprobará previsiblemente esta tarde esas medidas con el respaldo de la mayoría conservadora y de la oposición laborista, si bien decenas de diputados "tories" han avanzado que se rebelarán contra su propio Gobierno y votarán en contra del plan.